1. Vacaciones de novios


    Fecha: 08/06/2022, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... un buen rato deseándolo.
    
    Yo ya no dudo y me lanzo como un loco a por ellas, con las manos a sujetarlas y masajearlas y con mi boca directo a los pezones, a chuparlos bien con mi lengua, para poco a poco meterlos en mi boca y cuando a están bien duros a darle pequeños mordiscos. A Marta parece que le gusta, y empieza a gemir de placer. Cuando ya están bien húmedas. Marta se baja poco a poco, dándome besitos, en la oreja, luego en el cuello, bajando por mi pecho, en los pezones, donde me devuelve algún que otro morisquito y sigue bajando hasta ponerse de rodillas a la altura de mi pene.
    
    Marta: No es la de Juan, pero no está mal y encima bien jovencita.
    
    Dicho eso le pega un lametón desde la base hasta la punta, para luego jugar con la lengua alrededor del prepucio, viendo yo las estrellas. Empieza a metérsela en la boca, lo cual no le cuesta mucho por la práctica que tiene con su marido. En esas, me acuerdo de Paula y Juan, y miró por la ventana, y se encuentran en un 69, ella encima, y veo como le entra casi entera en la boca. Estoy alucinando, se lo saca, y le pajea mientras le come los huevos. En ese momento, Marta hace lo mismo con los míos mientras me pajea, y me mira:
    
    Marta: ¿se lo están pasando bien?
    
    Yo: Creo que sí, o eso parece.
    
    Marta: ya sabía yo que a Paula le iba a gustar.
    
    Y en eso, se mete mi polla hasta el fondo, desaparece completamente en la boca de Marta. Mi polla mide en erección unos 17 centímetros, que no está mal, pero claro comparada ...
    ... con la de Juan que tendrá unos 5 más, y si le sumamos el grosor…….
    
    Yo estoy muy cachondo, y casi prefiero que pare para no correrme ya. Así que la tumbo a Marta en el sofá. Y después de darle un buen morreo, vuelvo a bajar a sus tetas, donde estoy un rato, para seguir bajando a sus piernas.
    
    Me pongo de rodillas y apoyo sus piernas en mis hombres, quedando bien cerquita del conejo de Marta, lo tiene bien cuidadito y con poco bello, perfecto para comérselo. Acerco mi lengua al lateral de su muslo, para acercarme poco a poco a su rajita, repito la maniobra con la otra pierna, para finalmente jugar por fuera del coño con mi lengua y boquita. Marta está bastante cachonda, por varias razones, su coño está húmedo y se nota bastante, gime a menudo y no para de moverse como nerviosa. Poco a poco mi lengua se hace camino entre los labios superiores para probar ese néctar madurito, recorro con mi lengua bien su coño, dejándolo bien mojado. Los gemidos empiezan a subir de nivel. No paro de jugar con mi lengua y boca dándole el máximo placer y no paro hasta que está bien húmedo. Le doy un dedito a la boquita para que lo humedezca y cuando está bien ensalivado, empiezo a metérselo en el coño, sin parar de comerlo, subiendo hacia el clítoris, que en ese momento está ya bastante infladito. Los gemidos siguen subiendo y de vez en cuando suelta alguna frase cómo, “Joder como lo comes”, “hacía tiempo que nadie me lo chupaba tan bien”…. esto me envalentona, porque tengo que confesar que me ...
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