1. Rozando la realidad


    Fecha: 04/06/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dentro de la tela. Te acercas con los dedos a mi vagina y ano.
    
    - Pero qué cochina eres, ¿dónde estan tus braguitas? Ehh, y eso que no sabías que venía a verte zorra. La próxima tendrás que ponerte lo que yo elija.
    
    - Bien, voy a tirar todas la bragas. - Plash, cachetada que me he ganado. Mi sexo vuelve a palpitar. Sonrío pícaramente. - No me dan miedo tus absurdas amenazas.
    
    Me empujas sobre el sofá con ese punto perverso que sabes que me encanta. Paseas por mi cuerpo esa fría y lasciva mirada que tanto me pone, miro mi cuerpo imitando el recorrido de tus pupilas. ¿Cuándo me has quitado el pantalón? Aprovecho mi semidesnudez para provocarte aún más, abriendo mis piernas dejándote mi sexo perfectamente depilado expuesto por completo a la vista. Te desnudas con urgencia mientras miras como acaricio mis labios y clítoris empapados de mis fluidos, rápidamente apartas mi mano y me lames con rapideza. Haciéndome dudar de quién necesitamos más nosotros. Rápidamente me viene un orgasmo; pero tú no te detienes, empiezas a lamer mi ano también. Mis caderas empiezan un momerse por sí mismas, mis gemidos ya son incontrolables. Tus dedos invaden mis orificios mientras tu lengua se concentra en mi clítoris. Llegan las corrientes eléctricas a mi cuerpo una y otra, y otra vez. Te aprovechas de mi cualidad multiorgásmica para torturarme, haciendo que me corra vez ...
    ... tras vez sin descanso. Ya no se cuantcuantos dedos tienes en mí.
    
    Me abandonas para arrodillarme el sofá, apoyando mi pequeño pecho (talla 85) en el respaldo. Tus manos en mi fina cintura me invitan a curvarme dejándote una perfecta vista de mi culito en su máximo esplendor. Una, dos, tres cachetadas y abres mis nalgas, mi cuerpo te desea a gritos, noto tu pervertida mirada como una flecha en mi dilatado año durante un segundo.
    
    - Métemela donde quieras, pero métemela ya. - Me obligas a suplicar, que malo eres.
    
    Oigo tu bajita risa de lasciva satisfacción ante mi pedido. La puta de tu pene se desliza por mí ano y vagina continuamente, gimo de frustración, estoy completamente empapada y te dedicas a restregar mis fluidos por mis orificios con tu magnífico pene. Aumentando mi calor y desesperación. Bajas el ritmo, ya te estás decidiendo. ¿Me follaras por el culo? ¿Me follaras por el coño? Fóllame el culo. La punta de tu polla se detiene justo entre mi ano y vagina, noto claramente cómo empujas suave hacia mi ano. ¡Sí! Exclamo a mis adentros. Ya noto casi entera la punta de tu polla en ano.... Ah! Un potente orgasmo invade mi cuerpo. Joder que maravilla de polla.
    
    - ¡Me has hecho correrme sólo con la punta de la polla ,cabron!
    
    Pero jamás me respondiste, ni me terminaste la follada. Me desperté mientras me corría en mi cama empapando mis sábanas. 
«12»