1. Aceptación


    Fecha: 29/05/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Mar1803, Fuente: CuentoRelatos

    La primera vez que me penetró mi esposo por el ano, no fue nada agradable, ya lo conté en el relato "¿Se le podrá decir que no a un amante?" y me negué rotundamente a esa práctica sexual. También mi amante me lo pidió, la manera en lo que lo solicitó y mi respuesta están al final del mismo relato.
    
    Pasó el tiempo y durante poco más de dos años tuvimos que dejar de vernos mi amante y yo, pero no me aguanté y lo volví a contactar, ¡Y bien que hicimos contacto! Eso lo relato en "Regresé a las andadas". Poco tiempo de retornar a las delicias que su boca me daba, me recordó que le había dicho que sí me dejaría coger por el culo. Eso se dio como sigue.
    
    –¡Hola!, ¿cómo andas de trabajo?, porque mañana tengo varias horas libres en la mañana –le dije a mi amate cuando me contestó.
    
    –Sí tengo, pero me quedaré en la tarde para entregarlo todo y atenderte mañana.
    
    –Me encanta que te guste estar conmigo, mereces una atención especial.
    
    –Pues tendrás la oportunidad de dármela, compré un lubricante para que no te doliera al metértela por la colita… –me dijo advirtiéndome qué pensaba hacerme–, claro, después de tomar el atolito que hagas con tu marido para mí –aclaró pidiendo que ordeñara a mi marido para mamarme la panocha como le gusta.
    
    –Ya lo ordeñé todo el fin de semana y hoy en la mañana, pero durante toda la semana no estará aquí y hasta hoy lunes pude hablarte a tu oficina –le aclaré, porque nos gusta el lunes cuando sabemos que va a salir mi marido, pero como yo lo ...
    ... supe hasta el viernes, no pude avisarle antes–. Pero no me he bañado, ni lo haré mañana hasta después de verte para que goces del atole muy fermentado –le aclaré.
    
    –¡Qué rica has de estar! ¿Nos podemos ver hoy? –preguntó esperanzado.
    
    –No, nene, ya sabes que en las tardes atiendo a mis hijos.
    
    –Bueno, mamita, te espero mañana, con la carga fermentada.
    
    La verdad es que ni yo me aguantaba el olor a sudor de coger durante dos días con mi marido. Me bañé el viernes en la noche, cuando él me dijo que saldría de comisión, a pesar de que ya me había bañado en la mañana. “Ahorita que salgamos de bañarnos te doy de cenar y nos encamamos, papacito, para deslecharte todo el fin de semana”, le dije a mi marido, empezando a desnudarme y pidiéndole que él también lo hiciera, advirtiéndole que me lo cogería sin descanso. “Sí, me gusta cómo me tratas antes de que me vaya de viaje, ¡me quedo satisfecho para toda la semana!”, precisó. “De eso se trata, de aprovecharte completito…”, le dije, jalándole la verga para llevármelo al baño. En la ducha nos enjabonamos, se la mamé y me retiré de la boca el pene cuando él ya estaba listo para venirse, “¡Sigue, mujer, ya me voy a venir!, exigió, pero me hice la desentendida y nos terminamos de enjuagar. Lo cierto es que le dejé el palo estirado y se me antojaba mucho, pero yo quería tener en mi vagina todo el semen que pudiera.
    
    Después de secarnos nos pusimos la bata y cenamos con los hijos. Lavé los trastos, vimos un rato la televisión y, ...
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