1. Mi primera experiencia anal


    Fecha: 24/05/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sentirlo en mi interior, mi deseo cambió y quería que me hiciera el amor, ya no por mi vagina, sino por mi ano; así que entre un gemido y con mi voz aún más sexy y melosa le supliqué, le pedí que regresara, ya no aguantaba más y quería, desaba tenerlo dentro de mi. M respondió susurrándome al oido mientras hacia nuevamente presión sobre mi ano
    
    -Pero si ya estaba dentro de ti, estaba aquí…
    
    Introduciéndose quizas un milimetro más que la última vez, otra vez y casi sin resistencia por parte de mi esfinter y con toda la facilidad que toda la lubricación que de mi vagina escuría, introdujo la cabeza de su pene en mi ano; recuerdo haber pensado en un momento de estúpida lucides que, aúnque con muy poco de su pene en mi interior, definitivamente en ese momento ya no era virgen de esa parte tan intima de mi ser y casi de inmediato, regresé a la sensación de placer, pues el invasor provocó que nuevamente recorriera por mi espalda ese escalofrío de exitación haciendo que arqueara mi espalda. Entonces casi involuntariamente comencé a contrar mi ano, tanteando si sentia dolor, acción que hizo que “palpitara” sobre la cabeza del pene de M; por supuesto él lo sintio, y lo pude confirmar pues me dijo al oído que siguiera con eso. Ya no iba a esperar y aunque nunca había tenido sexo anal ni mucho menos se me había ocurrido, estaba tan caliente que lo impensado hasta ese momento salio de mi boca y le dije, así que tratando de ocultar mi deseo (por orgullo) pero sin poderlo hacer por ...
    ... los gemidos que emitía, con la mente casi en blanco por el placer, que entrara por donde sea pero que lo hiciera ya...
    
    Supongo que él estaba tan concentrado en no meterse más de lo que ya se había metido, esperando mi reacción y envuelto en el placer que mis contracciones le causaban, la vista de mi espalda desnuda y mis nalgas sometidas a su deseo que no me escuchó bien, por lo que me dijo
    
    - ¿Qué?
    
    Y entonces ya desesperada y un poco “molesta” le gritÉ casi suplicantemente lo que nunca había pensado siquiera decir
    
    - Que entres, ¡entra por donde sea pero entra ya por favor!
    
    Y entonces, sentí como M empujaba su cuerpo contra el mio, mientras su verga se abria paso por mi esfinter llegando casi en su totalidad y casi sin resistencia al interior de mis entrañas… Abrí los ojos a más no poder, aguanté la respiración y dí un respingo, sentí como era invadida, como entregaba mi último lugar virgen y me encantó. Los primero segundos no se movió, supongo que me dio tiempo a procesar esa nueva sensación, por mi parte no podía creerlo, tanto tiempo negada a probar el sexo anal por miedo al dolor y ahora que lo probaba y lo sentía tan bien, lo quería todo; así que con la mano hacía atrás, tanteando su pene y mis nalgas, corroboré que aún quedaban unos centimetros de fuera, imaginé que sí así me estaba gustando, tenerlo por completo dentro de mi me iba a encantar, así que empujé mi cadera hacia atrás mientras abría mi nalga con la mano, de esta forma fui Yo la que terminé de ...