1. Destino... al placer


    Fecha: 20/05/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Valeria era una joven muy conservadora. De buenos modales y proveniente de una noble familia, hasta ahora había llevado una vida prácticamente perfecta.
    
    Había cursado sus estudios en uno de los mejores colegios de su ciudad, hablaba 6 idiomas y hacia 2 años que terminó la carrera de derecho con gran éxito como la mejor de su promoción.
    
    Prometida con su novio de toda la vida y envidiada por todas las jóvenes de su edad, Valeria poseía una inigualable belleza.
    
    De cabello largo y ondulado, color cobre, en su exuberante rostro destacaban unos profundos y rasgados ojos verdes. Su delgada figura, dejaba asomar unos voluptuosos pechos tersos y firmes que la hacían todavía más sexy. Era alta, con marcadas curvas en sus caderas y nalgas. Demasiado sexy para ser una joven tan recatada… era el sueño de todo hombre que cruzara su mirada con ella.
    
    Era una chica muy responsable. Cada día le esperaba su humilde rutina… Valeria despertaba en su enorme y blanca cama, rodeada de almohadas que no siempre hacían únicamente la función de dejar apoyar su adorable cuerpo… si no también que lo rozara contra ellas para provocarse un tremendo placer. Valeria era una señorita, si… pero muy sexual.
    
    Cada mañana solía despertar y meterse a la ducha. Le encantaba sentir el agua fresca caer por su cuerpo. Disfrutaba de unas largas duchas que en ocasiones terminaban con un agradable orgasmo gracias a la alcachofa de ésta... Esa sensación al sentir el frescor del agua la hacia estremecer y ...
    ... no podía aguantar las ganas de tocarse.
    
    Al salir de la ducha, usaba una pequeña toalla para tapar su cálido cuerpo mientras desayunaba un zumo de frutas acompañado de una tostada.
    
    Preparaba su ropa, se maquillaba y cada día le esperaba un largo y duro día de trabajo.
    
    A pocas manzanas de su casa, solía coger el taxi que la llevaba al despacho y tras una larga jornada, de nuevo el taxi la dejaba en casa para descansar.
    
    El poco tiempo libre que le quedaba, lo empleaba para estar con Eduardo, su prometido.
    
    Eran la pareja perfecta. Guapos, inteligentes, poderosos.
    
    Una tarde más, Valeria sale del bufete y se dispone a coger su taxi para acudir a casa, pero este día iba a ser diferente. Eduardo le esperaba con el coche en la puerta.
    
    Valeria no puede creer lo que su prometido le esta diciendo. Se marcha a Alemania junto a una joven de la que se ha enamorado.
    
    Valeria, destrozada, intenta seguir con su vida y sus sueños.
    
    Con dificultad, consigue llevar al día su trabajo pues el dolor no deja descansar su mente ni su cuerpo.
    
    Cada mañana sale a la calle a la parada de taxis para acudir al trabajo pero, esa mañana, la vida le deparaba una agradable sorpresa…
    
    Mientras el taxi cruzaba la ciudad, la joven se perdía en sus recuerdos y las lagrimas empiezan a brotar de sus brillantes ojos.
    
    - Discúlpeme, pero no he podido evitar mirarla, como cada día –Dijo el taxista- ¿qué le ocurre a una joven tan preciosa como usted que le produzca ese llanto?
    
    Valeria ...
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