1. Amigos y novios


    Fecha: 15/05/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: PeterCh, Fuente: CuentoRelatos

    ... abrazándola cada vez más fuerte sintiendo el calor y el palpitar de su pecho que hacía vibrar mi pene entre ellos, se retiró poniendo sus manos entre nosotros, quedando la punta de mi pene más cerca de su cuello que de su pecho, en algún momento rozó el borde de su barba lo que ocasionó que Mary retrocediera aún más, con lo que aproveché para tomar sus senos entre mis manos y oprimir con ellos mi verga, el calor que se desprendía de sus senos, el masaje que yo hacía con sus senos y la opresión que estos ejercían sobre mi miembro, fueron aumentando mi excitación hasta que no soporté más y mi orgasmo explotó expulsando chorros de leche sobre la barbilla, cuello y pecho de Mary.
    
    Después de la sorpresa, que esto le ocasionó se me quedó viendo a los ojos y empezó a reír con una risa cristalina, llena de sensualidad y energía sexual, con un brillo especial en sus ojos, que hoy reconozco como esa excitación femenina que hace que una mujer sea capaz casi de cualquier cosa por la gran estimulación que la llena por dentro y que busca un desahogo necesario para satisfacer sus deseos, tomo mi pene aún semierecto entre sus manos y haciendo esos movimientos que hacía pocas semanas le había yo enseñado, no tardó en volverlo a poner duro, sus manos se llenaron de esa crema que escurría aun por el orificio de la cabeza, mis manos bajaron de sus senos hacia sus caderas, recorrí hacia sus muslos hasta llegar al borde de su falda, metí mis manos por primera vez bajo la misma y empecé a ...
    ... subir por en medio de sus muslos hasta llegar al centro de ellos, y sentir ese calor que salía de su rinconcito que instintivamente le hacía separar los muslos y a la vez cerrarlos con lo que mi mano quedaba aprisionada entre ellos, mi mano torpemente fue acariciando encima de su pantaleta, restregando cada vez más rápido su zona íntima, sus manos no dejaban de acariciar mi ya nuevamente dura verga y sus ojos cada vez más brillosos me veían con ansía, su boca empezó e emitir gemidos suaves, su respiración se aceleró hasta que sus muslos se cerraron sobre mi mano, cerró los ojos y gimió, con una gemido largo, gutural, unos cuantos segundos que a mi me parecieron eternos.
    
    Ver la cara de mi amada primero en un éxtasis de un instante y luego con una tranquilidad suave, sus facciones relajadas, sus manos quietas envolviendo mi pene, con un apretón firme, sin movimiento alguno, su respiración aún acelerada que poco a poco retomaba su ritmo normal, poco a poco todo se fue apaciguando, sin embargo sus manos volvieron a moverse de arriba abajo, su mirada ahora concentrada en la punta de mi verga, no dejaba de ver como sus manos la ocultaban y volvía a aparecer entre ellas con cada movimiento que hacía, la punta de mis dedos seguía acariciando ese triángulo que ahora además del calor, se sentía una sensación de humedad en la tela que lo cubría, mi pene tenía cada vez más humedad que sus dedos hacían aparecer cuando bajaban, y al momento de volverlo a cubrir parecía que lo exprimían, ...