1. Algunos menonitas también saben como divertirse


    Fecha: 06/06/2018, Categorías: Masturbación Autor: capicapicapicapi, Fuente: SexoSinTabues

    Eran casi las 17:00 horas cuando tocaron a la puerta de mi casa, ya habíamos tenido una llamada y los esperaba. Me asomé por la ventanilla y abrí la puerta –Buena noche Capi– me dijo Cornelius –Venimos a traerle los chalecos– –Buenas noches ¿Qué tal el viaje? ¿Tus papás han venido?– le cuestioné –Ya vienen están dejando las camionetas en el estacionamiento, no nos permitieron meterlas hasta acá– –Si gustas pásate en lo que esperamos– –Prefiero quedarme aquí afuera – me contestó muy reservado. Ahí estaba Cornelius, el hijo de Peter, un chico blanco, casi lampiño, cabello castaño oscuro, aproximadamente 1. 80 metros, 19 años, ojos color verdes, vestía unos levi’s, botas, camisa a cuadros y cachucha. A sus papás los había conocido hace un par de años en la capital del estado. Ellos habían salido del campo, cerca de Ciudad Cuauhtémoc, y se mudaron a Ciudad Delicias a un rancho que compraron. Hacía ya casi 10 días que los había visto en Delicias. Elisa, la esposa de Peter, había quedado de hacerme unos chalecos para la mina en la que trabajo. En unos cuantos minutos más llegó la gran familia, cabe mencionar que ellos están retirados de la comunidad menonita y se dedican a vender sus productos naturales en diferentes partes del estado, yendo de un lugar a otro y trabajando por temporadas. No son totalmente conservadores como la mayoría ya que visten un poco “más normal”. –Buena noche Capi– me dijo Peter –Buena noche Peter, pasen– les dije mientras saludaba de uno en uno a los demás ...
    ... Mientras, dentro de casa, ellos se acomodaban en la sala observando de lado a lado y el perro emocionado de ver tantos humanos se les arrimaba para que lo acariciaran. –Vamos de prisa, andamos buscando un hotel accesible y con estacionamiento– –¿Un hotel para qué?– le pregunté a Peter –Dos de mis hijos se quedan unos días en la ciudad para vender nuestros productos, los demás seguiremos al sur, otros de mis hijos se quedaron en el rancho ¿Conoce algún hotel que nos pueda recomendar? Es sólo para estos dos muchachitos– dijo Peter mientras los señalaba –Puedo buscar algunos en internet– –Tampoco queremos dar molestias pero sí llevamos un poco de prisa– –¿Cuántos días estarán?– –Quizá 4, o menos si terminan pronto– –Si gustan pueden quedarse en casa, no tengo problema alguno ni es molestia– Se me hizo mucho más fácil, debido a la amistad que tenemos, ofrecerles la casa que buscarles un hotel. Peter le dijo unas cuantas frases, sino me equivoco en alemán, a su esposa. –Ha sido usted muy amable conmigo y mi familia, pero éste muchacho ha sido algo travieso y aceptamos, pero con la condición que nos informe lo que hace, ha sido un poco rebelde y nos sentiríamos mejor dejándolo aquí. Es bueno para los negocios pero malo para seguir las reglas– Teníamos poco tiempo ya que ellos se dirigían a Durango y no querían llegar muy tarde. Así que dejaron a Cornelius y a su hermano menor Juan, yo calculo que tenía algunos 12 años. Trajimos la camioneta a casa, se fueron y el chico guardó unas ...
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