1. Nalgadas


    Fecha: 13/05/2022, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Venimos de una cena de trabajo, hace mucho calor, nos vamos a duchar. Lalo ya se ha quitado la ropa. No está gordo, tampoco flaco, pero desnudo como le estoy viendo, todo bronceado, menos la parte blanca que cubre la malla, con la polla morcillona, larga y gruesa pero caída, me doy cuenta que me sigue gustando a pesar de los años de vivir juntos.
    
    Me acerco, me apetece darle un azote en el culo , lo hago , ni fuerte ni flojo, una nalgada juguetona. Y ¡ zas! la pija se le levanta y endurece un poco en un acto inconsciente, luego se le baja pero mas consistente. ¡ Le ha puesto el azote!
    
    Miro el espejo del dormitorio. Lalo, mi marido, desnudo. Yo ,todavía con la tanga y el corpiño de aros que me levanta bien altas las tetas, el blanco de las prendas contrastando con mi piel morena. Los aros de plata, el maquillaje con las cejas bien delineadas y las pestañas con el rímel que destacan más la negrura de mis ojos, la boca con los labios glotones rojos, las sandalias con plataforma alta. Estoy buenorra y excitante.
    
    Le vuelvo a dar otro azote, un poco más fuerte, pero sin pasarme. Y ...de nuevo la pija se alegra. Y a mí, me entra un principio de calentura perversa.
    
    - Me parece que usted necesita que le pongan en su sitio- suelto con voz ronca, marcando las palabras, como profesora exigente.- ¡Estese quieto! Y no diga ni una palabra.
    
    He empezado un juego y mi marido lo sigue. Se queda parado, con sonrisa perversa, la verga más dura, a media altura. Me acerco a él, quiero ...
    ... sentir su piel pegada a la mía. Le agarro la polla envolviéndola con todos mis dedos. Tiro muy lento hacia atrás para desencapullarla.
    
    Le lamo la tetilla izquierda, tiene el pezón duro. Se lo muerdo, sé que le gusta sentir ese pequeño dolor cuando mis dientes aprietan. Se endurece mas. Lo noto en la mano que le empuña. Mirándole como una tigresa a su presa, me giro pegada a su cuerpo desnudo hasta llegar a la otra teta. Le vuelvo a morder el pezón. Me doy cuenta que ha cerrado los ojos.
    
    Le vuelvo a dar otro azote, más fuerte, quiero que le duela un poco. Le he soltado la pija. Me escupo en la palma para recuperar el miembro , ahora duro como una piedra. Bien agarrado muevo mi puño adelante y atrás. Le vuelvo a morder la tetilla.
    
    Mi mano libre busca el valle de su culo, el índice lo recorre apretando, me entretengo en el ojete. Otro azote rápido, sonoro.
    
    Yo estoy mojada, me ha calentado el juego, le araño las nalgas. Da un respingo que lo pega más a mí. Le vuelvo a dar otra nalgada.
    
    -¡Túmbate!- le ordeno.
    
    Lo hace , queda en el suelo con la polla tiesa. Me gusta y excita lo que veo. Me mira ansioso. Me quito la tanga, pongo un pie a cada lado de sus caderas y empiezo a bajar flexionando las piernas. Llego hasta que su cipote entra en contacto con mi concha empapada.
    
    Está bien, pero es cansada la postura. Agarro su arma, la coloco en mi puerta y aprovecho para que entre, mientras me apoyo en las rodillas. Estoy tan húmeda que desliza por mi vagina hasta que ...
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