1. El bosque bajo la lluvia


    Fecha: 13/05/2022, Categorías: Gays Autor: Cato, Fuente: CuentoRelatos

    ... cambiaba el nivel de presión de mis labios según escuchaba sus gemidos, se lo estaba lamiendo hasta los testiculos hasta que el me dijo:
    
    -Para por favor me vas a hacer venir y aún no quiero hacerlo
    
    -Te gusta como lo hago?
    
    -Me gusta mucho, pero ahora quiero intentarlo nuevamente yo
    
    Me recosté boca arriba dejando mi pene a su entera disposición, lo tomó con una mano y luego de masturbarlo por un rato lo llevo a su boca cerró sus ojos cómo si le estuviera dando un tierno beso y luego empezó a aumentar el ritmo de sus mamadas, lo dejaba en su boca y con su lengua lo envolvía en un torbellino de placer, pensé “si que aprende rápido” me estaba haciendo una mamada tan buena que sentí que debía corresponderle, así que con mi mano lo guie para que se diera la vuelta poniendo su culito en mi cara en posición de 69, se sentía tan bien la forma en que entre más pasión yo le ponía al lamer su culito el mamaba mi pene con más intensidad, meti mi dedo índice en su ano que estaba completamente mojado por mis lamidas y empecé a estimularlo para dilatarlo aún más, cuando sentí que estaba listo lo puse con sus piernas en mis hombros y empecé a intentar penetrarlo, lo cual conseguí con relativa facilidad a pesar de que era su primera vez se había excitado y dilatado a la perfección.
    
    Veía por su expresión que estaba haciendo un gran esfuerzo por aguantar mi pene rompiendo su ano por lo que fui muy delicado al meterlo por completo me quede un momento inmóvil con mi pene dentro de él ...
    ... para que se pudiera acostumbrar, al sentir su ano más relajado alrededor de mi pene con suaves movimientos empecé a meterlo y sacarlo, yo estaba casi recostado por completo sobre él besándolo y sintiendo su calor corporal, el me abrazo y empezó a apretar con fuerza, me causó una sensación de placer el sentir sus uñas clavadas en mi espalda, al estar en ese éxtasis giramos sin sacar mi pene de su ano, el quedó sentado sobre mí y yo con mi espalda el pasto de ese campo mojado puesto que al girar nos habíamos salido ya de la manta, el olor a hierba a tierra mojada, la sensación de la lluvia cayendo en mi rostro, y el vaivén de sus nalgadas mientras me cabalgaba y apretaba mis muslos con sus manos apoyadas en ellos, me hacía sentir en el cielo no podía contenerme y empecé a subir y bajar mi pelvis penetrandolo cada vez más con cada movimiento, en eso solo escuche un gemido y un “Dios no puedo mas me vengo” fue en ese momento cuando vi que un chorro blanco cálido y espeso caía sobre todo mi pecho llegando incluso a mi boca, el saborear esa potente eyaculacion hizo que yo aumentara la velocidad de mis embestidas y que me viniera con tanta fuerza dentro de él que solo me dijo “hoo sentí eso y es delicioso”.
    
    Luego se recostó sobre mi pecho y yo puse mi brazo alrededor de él le di un beso y le dije que me había encantado, que tenía razón que la espera valió la pena, nos quedamos tendidos sobre la hierba hasta que dejó de llover, a pesar del ruido de agua en el riachuelo y las aves ...
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