El día que me volví una perra arrecha - Relatos Eróticos

El día que me volví una perra arrecha

- No te dan celos ver como tu novia me chupa la verga? – pregunto Toni

- Mientras no hallan sentimientos de por medio, mientras solo sea sexo, no me importa, solo disfrútalo. – decía mi novio mientras veía como trataba de engullir esa enorme verga en mi boca.

Mi nombre es Alejandra, tengo 20 años, siempre he sido una chica muy pulcra, centrada en lo que quiere, provengo de una familia humilde pero con principios, tengo un novio que es 5 años mayor que yo, llevamos 5 años y medio de relación, perdí mi virginidad con él a los 4 meses que empezamos a salir, aunque él ya había tenido sexo con otras mujeres antes que yo, era obvio, es un hombre mucho mayor y yo aún era una niña.

Él es un hombre muy apasionado, es realmente arrecho, quiere tener sexo todo el tiempo, me enseño todos los placeres del amor, me enseñó a masturbarme, cosa que con el tiempo hacia prácticamente a diario, me enseño donde debía tocar, que parte de mi cuca debía acariciar, aprendí de él lo delicioso que se siente meterte dos dedos en la vagina mientras te sobas el clítoris con la otra mano; me explico cómo mamar una verga para hacer explotar al hombre de placer, y como chupar los huevos mientras masturbo el miembro, en ese momento no lo sabía, pero me convirtió en una experta, aun cuando solo lo había practicado en él; me enseñó a mover mi culo para cabalgar a mi macho y fue justo con el donde le tome tanto gusto a tragar semen en cantidades; nuestra relación siempre fue así, profesor y alumna y ...

... estaba muy conforme con eso, a mí me encantaba y prestaba mucha atención a sus lecciones.

Yo siempre he sido muy tímida y el muy desenfrenado, nos complementábamos el uno al otro, no los voy a aburrir sobre nuestra hermosa relación y de como crecí y madure a su lado; culiabamos todo el tiempo, desde que pudiéramos, de todas las formas posibles y cuando nos aburríamos experimentábamos nuevas; tuvimos sexo en la calle, en un auto, sexo anal, se lo mamaba en los parques y me hacia quitar mi ropa interior en los taxis antes de ir a la los bares, para después follar en los baños de estos; después de tantos años y tantas experiencias se empieza a poner un poco aburrida la intimidad, y decidimos buscar nuevas experiencias sin saber que eso sería el punto de quiebre y el nacimiento de una nueva yo.

En este instante son las 2 de la mañana, hace unos minutos le di a mi hermano tal vez la mamada de su vida!, así como lo ven, a mi propio hermano, aún tengo la sensación de su gran descarga de leche en mi garganta; me siento muy culpable realmente de eso y de tantas cosas que he hecho que contare despues, yo no era así, pero todo cambio aquel día, el día que estuve con otro hombre, hace seis meses.

De entre las cosas que decidimos experimentar con mi novio, estaba por supuesto la idea de tener tríos, el añoraba como cualquier hombre tener dos perras chupándole la verga al mismo tiempo, la idea no me agrava del todo, pero decidimos no descartar nada; acepto que muchas mujeres me ...