1. Cogiendo a escondidas con la prima Diana


    Fecha: 09/05/2022, Categorías: Incesto Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Nunca me ha emocionado ir a Irapuato, de ahí son algunos familiares de Lety y el hecho de pensar en que tenía que manejar por 5 horas me tenía de los huevos.
    
    Y es que, los gritos de los niños, la carretera, el calor, actualmente también la violencia, todo se presta a no querer ir, a pesar de que los tíos cumplan bodas de plata.
    
    Tal vez el único consuelo era saber que me daría un gran taco de ojo con las tías, primas, sobrinas y alguna que otra pariente de mi esposa y es que por ejemplo, la tía Loulu y Yesenia de quien les he hablado en relatos anteriores son sus parientes, pero por parte de su papá, al igual que la tía Alma, pero por parte de su mamá creo que están aún más buenas. Un ejemplo es la tía Alba que a sus casi 50 años está que se cae de buena, o la prima Sandra, una nalgona rompe huevos a la que le encanta ser muy hot, en fin, eso es lo bueno de la familia de mi esposa.
    
    Finalmente, después del gran viaje, del estrés y el cansancio de ir manejando llegamos a casa de su primo, ya que su lema es “la familia no se queda en hoteles” así que su primo Enrique nos abrió su casa para hospedarnos esos días.
    
    Enrique y su esposa Felicia nos recibieron con circo, maroma y teatro, eso a mí me incomodó, pero la familia de mi esposa es así, todo era normal, hasta que una chica, de ojos verdes, piel blanca y un rico cuerpo, piernona, nalgona y chechona, se acercó y nos abrazó a Lety y a mí. Ambos nos quedamos mirándonos, no sabíamos quién era, hasta que se presentó y ...
    ... dijo: -primos, soy Diana, ¿cómo están?, guau! Era la hermana menor de Enrique, esa niña que yo recordaba tirada en la tierra y con su ropa sucia, ahora estaba ahí, con un pants apretado que marcaba sus fenomenales curvas.
    
    El impacto de ver a semejante ricura pasó pronto y la noche se desarrolló como siempre. Durante los días antes de la boda, convivimos mucho con Enrique y Diana, ella era muy linda y amable frente a todos, pero cada vez que me la encontraba sola, me miraba coqueta, me decía indirectas y me desafiaba, al principio creí que eran cosas mías, así que no le di importancia.
    
    Finalmente, el día de las bodas de plata llegó y la casa era una fiesta, todos bañándose y cambiándose como locos, a mí me tocaba ir por ms hijos y cambiarlos, pero fiel a su costumbre estuve correteándolos por toda la casa, en la parte de las recámara vi una puerta entreabierta y oí un ruido, deduje que ahí estaban mis hijos, pero estaba equivocado, en lugar de ver a mi niños, estaba Diana, con un minivestido rojo a medio muslo y colocándose unas medias color carne que apenas cubriría el vestido, al verla me quede idiotizado, ver los sensual que las colocaba en sus ricas piernas, ella me miró y sin detenerse, gritar o reclamarme me dijo:
    
    D: ¡Mis sobrinos no están aquí!
    
    L: Lo siento, ¡gracias!
    
    D: ¿A menos que busques otra cosa?
    
    L: ¡No! ¡Gracias!!
    
    Estaba claro que me lanzó una indirecta, la imagen de su pierna levantada mientras se colocaba la media y mostraba su ropa interior, ...
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