1. La ingenua Mariana


    Fecha: 06/05/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sola o eso creía, escuché algunos ruidos en el ático donde dormía tito, subí las escaleras con el corazón palpitando a mil por hora, mi imaginación se disparaba mientras subía, estaba segura que no estaría pero por precaución di varios golpes en la puerta sin tener respuesta, agarre el pomo de la puerta y la abrí, poco a poco, escuchaba el agua de la ducha caer, me acerque muy despacio, corrí la puerta del baño un poquito y la sorpresa fue encontrar al tito en la ducha, estaba de espaldas a mí y podía ver su cuerpo desnudo, mi pulso se aceleraba, mi deseo de ser yo la que espiaba aumentaba, era mi oportunidad de ver un hombre desnudo y conocer una polla de verdad, ese instrumento tema de nuestras fantasías, la ducha recubierta por una mampara de vidrio permitía observar el cuerpo de tito, por la rendija podía ver sus nalgas y como el agua corría por su cuerpo, en ese momento se giró y creí haber sido descubierta, sin embargo seguía allí inmóvil, viendo como agarraba con su mano esa hermosa polla erecta, era mi primera vez que veía la polla de un hombre, quede petrificada, no sé cuanto podía medir pero me parecía inmensa, tenía su mano sobre ella, la acariciaba, jugaba con ella, se notaba que estaba tremendamente excitado, de la excitación tenía los ojos cerrados y no se daba cuenta que yo estaba allí observándole, tenía ante mis ojos al hombre más hermoso que había podido ver, gozando de sus fantasías mientras jugueteaba con su tremendo miembro, sabía que no podía ...
    ... estar ahí eternamente, tito continuaba masturbándose lentamente, recorría cada centímetro de su polla de arriba a abajo suavemente y con lentitud, disfrutando de cada segundo que duraba aquella paja, estaba en la gloria, se veía que estaba excitadísimo mientras se masturbaba y yo también de ver como lo disfrutaba, tras varios segundos vi como llevaba la mano a su culo y su expresión empezó a cambiar, no sé que estaría haciendo con esa mano pero su cara lo decía todo, su excitación aumentaba más y más, la respiración aceleraba, se mordía los labios, de verlo así mi excitación crecía, tito dejo de acariciar su culo y llevo su mano a su pecho, donde sobresalían sus redondos pezones, con dos de sus dedos comenzó a pellizcarlos, entre sus gemidos pudo articular algunas palabras, no sé si por mi excitación o por el morbo creí entender que pronunciaba mi nombre, la mano sobre su polla aceleraba un poco el ritmo, su excitación iba en aumento y comenzó a dar espasmos, en ese momento la polla de mi tío exploto de la excitación, parecía un volcán de leche, sabía que era el momento de irme, baje inmediatamente a mi habitación, me recosté en la cama y tome la almohada, la puse en medio de mis piernas y empecé a frotar mi rajita, sentía como poco a poco se iba humedeciendo el calzoncito y aumentando el calor por dentro, notaba como la pepita rosaba con la almohada, mi cadera se movía junto con mis muslos que parecían haber cobrado vida, ese movimiento sobre la pepita me daban un placer ...
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