1. Mi prima


    Fecha: 06/06/2018, Categorías: Gays Autor: Gastby, Fuente: CuentoRelatos

    Mi prima Vanesa recién había llegado a la ciudad para pasar las vacaciones con nosotros. Sus padres se estaban divorciando, así que con todo el ajetreo burocrático, las discusiones y demás, ella decidió marcharse y alejarse de todo aquello, recurriendo a la casa de sus tíos, por encontrarse a cien metros de la costa y poder así disfrutar de la playa, del verano, etc.
    
    Hacia verdaderamente mucho tiempo que no la veía, supongo que es lo que suele pasar con los familiares que viven en distintas ciudades, pero ella había crecido y ufff de qué forma! Sus 19 años había dibujados unas caderotas de infarto, un culo prieto y unas tetas verdaderamente bonitas, no demasiado grandes, pero lo suficientemente atractiva como para no dejar de besarlas y mamarlas.
    
    Hacía ya mucho tiempo desde mi última follada con la chica del piercing, ella no había dado señales, así que no sé si fue por la carencia de sexo en mi vida o por la presencia de mi prima en la casa, que no podía evitar el mirarla con deseo, con ganas de cogerla, me la pasaba con la verga en asta a diario.
    
    Como soy tímido, no tuve iniciativa alguna, para mí era un verdadero castigo el ver como cada tarde llegaba junto a mi hermana de la playa, como traía un short cortísimo que casi se le metía entre la línea de sus nalgas, el aroma a arena y sus pies descalzos, esta mujer me estaba volviendo loco.
    
    Ella pareció darse cuenta, o al menos eso hubiera querido yo, el solo pensar en ella era suficiente motivación como para que ...
    ... mi mano pajease mi verga y correrme, entre las ganas de deseo y las ganas de tenerla montándome.
    
    Finalmente o soy muy afortunado o alguien escuchó mis ganas, porque un día mientras me pajeaba ella entró en mi habitación, sin apenas avisar, entró descalza y desnuda, recién duchada, con el pelo mojada y sin haberse secado el cuerpo, yo en seguida como un niño al que su madre descubre ojeando revistas, hice ademán de ocultar mi pija, pero eso fue secundario, cuando vi su desnudez, brillante por el efecto del agua sobre ella. Era preciosa, tenía unas tetas bien paradas, de pequeños pezones pero bien firmes.
    
    Ella me sonrió y comenzó a pasar sus dedos por los labios de su concha, ferozmente, mientras jadeaba, yo me apresuré a cerrar la puerta, porque mis padres y mi hermana estaban en la casa, cosas que a ella parecían importarle poco.
    
    Cuando hube cerrado la puerta, me dirigí a la cama, para sentarme y contemplar tan magnífico espectáculo, pero ella me detuvo, me tomó del brazo y llevó mi mano a su vagina, pudiendo sentir lo mojada que estaba. Comencé a besarla, a besarle el cuello e introducir mi lengua, mordisqueando el lóbulo de su oreja, mientras mi mano se sacudía duro entre sus piernas.
    
    Ella comenzó a restregar la palma de su mano en mi entrepierna, atormentando la pija que creo que nunca llegó a bajar, que había estado dura todo este tiempo. Ella contoneaba su cuerpo al ritmo de las embestidas de mis dedos, ya húmedos y pegajosos, mientras soltaba entrecortados ...
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