1. Mi historia con Paloma


    Fecha: 02/05/2022, Categorías: Lesbianas Autor: womanpenelope, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre es Eva, esta es mi propia historia ocurrió hace algunos años...
    
    Desde que era muy joven me di cuenta que no soy normal. Siempre me he sentido atraída hacia las formas de ser de los chicos y me identificaba con ellos más que con mis compañeras. Cuando fui siendo mayor, me di cuenta que los chicos no me llamaban en absoluto la atención, y no puedo negar que, sobre todo al principio, saliera con alguno, pero era más bien intentar ser como mis amigas y cubrir el expediente.
    
    En cambio, qué decir de las chicas. Siempre me han gustado. Siempre me controlé. No quería que nadie supiera de mis inclinaciones. Así llegué hasta los dieciocho años.
    
    Tengo que decir que la culpa de todo lo que pasó en esta historia es de mi hermana Paloma. Vivíamos en Sevilla junto a mis padres. Cuando yo tenía dieciocho años, ella tenía veinticinco. Os llamará la atención esta diferencia de edad. Se debe a que fui lo que se llama “un despiste”. De todas formas, no somos más que nosotras dos. Ella era muy distinta a mí. No digo físicamente, pero sí de carácter.
    
    Paloma y yo somos de pelo negro y ojos marrones. Yo soy más alta que ella ahora, pero entonces éramos casi iguales. Eso sí. Yo con dieciocho años era un palo de delgada, y ella a sus veinticinco años, no voy a decir que estuviera gorda, ya que gorda no ha estado nunca, sino que tenía las carnes muy bien puestas. Yo solía vestir con ropa de deporte, pues me ha gustado mucho tener fuerza y estar ágil y he hecho siempre deporte. ...
    ... Ella era en cambio muy coqueta, aunque siempre con elegancia.
    
    Yo siempre he usado una melena que no me cubra el cuello, mientras ella luce siempre una cabellera que a veces lleva suelta y otras veces con coleta, falda por encima de la rodilla, camisas que desabrocha, zapatos de medio tacón.
    
    La coquetería de Paloma no está tanto en su forma de vestir como en su carácter. Le gusta que la mimen, ser el centro de atención, sentirse admirada. Siempre ha tenido un montón de pretendientes, y siempre ha jugado con ellos, como pretendía jugar conmigo. Yo en cambio soy seria de carácter, y aunque soy la menor, tengo que decir que por el carácter de mi hermana he sentido a menudo que me faltaban los mimos de mi familia.
    
    Como quiera que fuera, como tengo un carácter tímido, no me atreví, en un principio a buscar mi media naranja dentro de mi mismo hemisferio. Mi hermana era muy femenina. Se paseaba frecuentemente en braguitas delante de mí. Sólo en braguitas, o en un camisón que siempre se me antojaba trasparente. El cuerpo de mi hermana era totalmente distinto a los que había visto en los vestuarios. Era una mujer hecha y derecha.
    
    Empecé a masturbarme pensando en los senos que se le veían a través del camisón, o cuando al salir de la cama, se ponía una camiseta. En las nalgas contenidas por las siempre inmaculadas y blancas bragas, que temblaban al pasear mi hermana por el pasillo, en los muslos que le asomaban cuando se sentaba a mi lado en el sofá.
    
    El verano de 1995 tuve ...
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