1. Dejándose seducir por una amiga de su hija


    Fecha: 01/05/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... me levantó la enagua, y vio mi coño y mis muslos empapados.
    
    -¡Jesús cómo estás!
    
    -Baja la voz que puedes despertar a Ester.
    
    La gamberra me quitó la enaga, abrió las piernas de par en par, lamió mi coño, y ya me corrí cómo un río, sí, una mujer de 39 años se corrió solo con un lametón, pero es que no sabes el tiempo que llevaba mi coño abriéndose y cerrándos... Yo cuando me corro descargo, y vaya si descargué, tanto descargué que Carolina no se pudo tragarlos todos los jugos y parte de ellos le cayeron en las tetas y en las rodillas. Al acabar de correrme me besó con lengua y con sus labios pringados de jugos. Yo no tenía fuerzas ni para besar, pero los saboreé al chupar su lengua la mía. Después se levantó y me puso la teta izquierda en la boca, teta que tenía jugos de mi corrida sobre ella. Lamí los jugos y después le mordí el pezón y luego le mamé la teta. Me volvió a llevar la mano al coño. Esta vez le metí dos dedos en su jugoso coño y comencé a a masturbarla al tiempo que le lamía el pezón y le mamaba la teta. Carolina me bajó las asas de la enagua, me echó las manos a las tetas, me las magreó y después me dio la otra teta a mamar. Al ratito la ratita gemía en bajito sintiendo cómo le comía las tetas y sintiendo entrar y salir el dedo de su coño, pero no quería correrse así. Me dijo:
    
    -Quiero correrme en tu boca, Balbina.
    
    Carolina puso sus gruesos labios sobre los míos. Saqué la lengua, se la metí en la boca y nos comimos las lenguas largo rato, luego ...
    ... Carolina se subió a la mesa. Se sentó enfrente de mí con las rodillas flexionadas y las piernas abiertas. Yo no podía quitar los ojos de su precioso coño, cada vez me ponía más y más cachonda. Carolina necesitaba sexo oral más que respirar. Se echó de espaldas sobre la mesa, cerró los ojos y se acarició el clítoris con la yema del dedo medio de su mano derecha, después metió dos dedos dentro del coño y empezó a masturbarse. Viendo salir jugos de su coño metí dos dedos en el mío, luego fui acercando mi boca al suyo. Al llegar a él le besé los dedos, los sacó y pringados de jugos me los metió en la boca, los chupé y después mi lengua comenzó a hacer su trabajo, entrando en su vagina primero, lamiendo sus labios después, chupando y lamiendo su clítoris... Dándole un repaso que la llevó al punto de no retorno. Al venirle, me dijo en bajito:
    
    -Me corro, Balbina, me corro en tu boca.
    
    Carolina se corrió. Su coño escupió un chorro de jugos y después una pequeña cascada salió de él. Lamiendo cómo una perra en celo comencé a correrme cómo una fuente. Parecíamos dos locas sin medicación, que no chillaban con el placer que sentían para no despertar a Ester.
    
    Al acabar de corrernos, Carolina bajó de la mesa. Nos besamos con lengua de nuevo, a eso beso siguió otro, y otro... Después de devorarnos las lenguas levanté los brazos y le dije:
    
    -Hazme lo que me hiciste antes.
    
    Carolina lamió varias veces mis axilas peludas que estaban sudadas y saladas, pero no paró ahí, luego me agarró las ...