1. Nos conocimos en una taberna


    Fecha: 29/04/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Homerdiablillo, Fuente: CuentoRelatos

    Necesitaba escribir este sueño que he tenido esta noche.
    
    Era una noche en la que coincidimos en una taberna, una pequeña cantina, la única de la aldea. Nos presentaron, y te sentaste en la mesa que compartía con dos amigos.
    
    Cómo esta esa chica pensé, te miraba descaradamente, quería que me dieras una señal, solo una. Desde el momento en que te vi, supe que tenía que besarte, supe que tenía que acariciar la curva de sus caderas, supe tenía que abrazar su cintura, besar sus pechos. Supe que sus pezones tenían que estar entre mis dedos. Nos habíamos visto alguna vez por la aldea, pero el deseo era mutuo, aunque esto lo supe días después.
    
    Unos cuernos de cervezas y alguno que otro de hidromiel, tu seguías allí, jugando conmigo, yo me encendía. Nunca me había pasado. No sabía qué hacer, mi cabeza decía que te estuvieras quieta, pero mi pie rozó tus piernas, estaban cruzadas, me sorprendí al comprender que esas piernas bronceadas perfectas no eran una ilusión. Tus manos descansaron encima de la mesa. Te levantaste y fuiste al baño.
    
    Creí morirme, pensé que te habías molestado. Al volver, te sentaste junto a mí. Respire hondo al notar tu mano en mis muslos. Empezaste a hablar con los dos chicos, queriendo disimular. Apartas tu mano de mi muslo y mirabas hacia otro lado mientras descruzabas las piernas. No hace falta que nadie me indique el camino. Mis dedos rozan la parte interna de tus piernas, me demoro antes de llegar a mi destino, tu hablabas con ellos, yo finjo ...
    ... estar mirando un punto fijo.
    
    Mi mano va subiendo por ti, tú has cedido y yo gozo de este momento. Tu sexo me espera. Sigo subiendo, ahora noto la suavidad de tu sexo, sigo subiendo, tu sigues hablando.
    
    De repente bajo mi mano hasta tu rodilla, te quedas callada, como extrañada por mi gesto, inmediatamente vuelvo a subir. Noto tu tanga algo húmedo. Puedo sentir tu palpitar, tu sexo palpita contra mi mano, subo aún más, y toco tu clítoris.
    
    Vuelvo a la conversación. Te levantas y me coges de la mano, vamos a la barra, pagamos esto y me acompañas a casa me dijiste. Ni siquiera hemos dicho adiós.
    
    En la calle, me dices que antes de ir a casa nos marchemos a un lugar apartado. Así que nos dirigimos a una playa cercana, pones tu dedo encima de mis labios. Apoyas tus labios en él. Silencio, silencio. Repites. Yo siento el alboroto de mi corazón. Palpitó de deseo. Siento en tu suave aliento el olor a deseo. Me besas, te beso. Mis manos te buscan, te acarician. Destapas tu camisa y me dejas disfrutar de tus pechos, los acaricio, los beso, los muerdo, mientras suspiras con pasión y me pides más. Me dices, mi sexo se estremece, sabes y quiero sentirte dentro de mí.
    
    Agarras mi perilla y me llevas y me dejo llevar. Tengo tus piernas a la altura de mis ojos. Puedo adivinar tanga sobre tus nalgas. Siento tus pechos, tu vientre, tu sexo. Te tomo por la cintura, te abrazo, tus pechos se apoyan contra los míos, mi cuerpo busca el tuyo. Te aparto el cabello y te beso en el cuello, tú ...
«123»