1. Usando su strap-on


    Fecha: 29/04/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Al llegar al borde de la cama, ella lo miró a los ojos y le quitó la toalla. Sin dejar de mirarle, comenzó a sobar suavemente su polla que se encontraba relajada. Sonriendo se la acariciaba, la apretaba un poco con su mano y masajeaba sus huevos. Agachó un poco la cabeza y la besó. La subió con su mano y le dio un largo lametón desde los huevos hasta la punta, para acabar metiéndosela entera, aún flácida, en la boca. Jugaba con su lengua alrededor de su glande y notaba cómo empezaba a reaccionar. Sentir como iba cobrando dureza dentro de su boca hasta el punto de no poder tenerla toda dentro, era algo que la excitaba sobremanera. Mientras con una mano lo pajeaba lentamente y con la otra sobaba sus huevos, chupaba y succionaba ávidamente la cabeza de aquella tremenda dureza que tanto placer le daba, para elevarla a su máximo exponente. Él sentía que si se la seguía comiendo con esa voracidad, se la iba a partir en dos y así se lo hacía saber agarrando con fuerza su cabeza para obligarla a parar. Llegado ese punto, ella levantó la vista buscando sus ojos, aún entornados como queriendo atrapar la imagen de aquella mujer que se la mamaba como nunca otra lo había hecho.
    
    - "Túmbate boca abajo, cariño", le dijo con voz lasciva. "Voy a hacerte disfrutar como nunca".
    
    Cuando él se tumbó, ella se quitó la bata, se colocó a sus pies y tras juguetear un rato con ellos, su lengua empezó una lenta ascensión hacia su culo, su espalda, sus hombros, su nuca; dejando caer todo el peso de ...
    ... su cuerpo sobre él. Acercó su boca a su oído y en un susurro le dijo: “Te voy a devolver, con creces, todo el placer que tú me das a mí; vas a experimentar ese placer que me hace estallar en mil pedazos y perder el sentido.”
    
    Su estado de gran excitación le impedía pensar en lo que aquella frase podía significar pero, conociéndola, intuía que algo bueno le esperaba; nunca dejaría de sorprenderle.
    
    - "¿Te das la vuelta?" le preguntó, sacándolo del trance en el que se encontraba.
    
    Se arrodilló entre sus piernas, casi pegada a sus huevos, y le pidió que le rodeara la cintura con sus piernas. Así, con sus huevos acolados a su vientre, siguió pajeándolo despacio con su mano empapada en saliva. Ponía su boca encima de su polla y dejaba caer hilitos de saliva que hábilmente esparcía por todo el tronco y huevos. Se metió un dedo en la boca, miró fijamente a su chico a los ojos y, sin mediar palabra, se lo metió en el culo sin dejar de pajearlo.
    
    - "Ooooohhhhh"... un largo suspiro salió de su boca cuando notó ese dedo entrar hasta el fondo, provocando que su espalda se arqueara como si de un puente se tratase, y echó su cabeza hacia atrás. Ella disfrutaba viéndolo gozar. Su dedo entraba y salía despacio de su culo a la vez que seguía jugando con su polla que sentía dura como pocas veces recordaba.
    
    - "Creo que estás listo", le dijo. Cuando él abrió los ojos vió cómo ella se estaba colocando un strap-on. No sabía qué pensar ni qué decir. Un sentimiento de miedo, rápidamente ...
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