1. Yoga y cuernos


    Fecha: 25/04/2022, Categorías: Confesiones Autor: Juan m 8722, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre es Juan. Tengo 35 años, vivo y trabajo en la parte más acomodada de la ciudad. Hace más de 10 años trabajo en un taller mecánico, que se encuentra en una esquina muy transitada y posee dos plantas. La de abajo donde trabajo y la de arriba donde vive Belén, la hija del dueño con su marido Felipe y su pequeño hijo.
    
    Esta propiedad poseía 4 cocheras, dónde una está reservada para Felipe, otra para uso del taller y las 2 siguientes son rentadas. En este último tiempo solo han quedado 2 cocheras, ya que en las otras 2 se ha construido un mini gimnasio para Belén. La cual se recibió de profesora de yoga. Hermosa construcción han realizado, piso de parquet, vidriado hacia el lado de la cochera, con entrada independiente, luminoso, amplio y bien decorado. Lugar donde Belén comenzó a dictar sus clases a diferentes personas de distintas edades.
    
    Para ser sincero siempre que tuve oportunidad miré de manera inmoral las hermosas nalgas de Belén, estando esta casada, soltera o embarazada. Sin importar lo que tenía puesto así sea unos jeans, un vestido o una falda, sus caderas me volvían realmente loco. Nunca me importó si estaba sola, con su niño en brazos o con su marido Felipe. Con miradas lujuriosas llenas de sexo cuando veía su figura pasar por delante de mí. Miradas las cuales eran tan evidentes que con el tiempo esta comenzó a notarlas.
    
    Siempre que voy a buscar el auto a la cochera miro por el ventanal los ejercicios que ella realiza, e imagino que cada posición que ...
    ... emplea sería uno de los tantos coitos que tendríamos en una noche de pasión y desenfreno.
    
    Sentado desde el interior de mi auto observo con claridad lo redondeada y saliente de la cola de la mujer de Felipe sin perder ningún detalle. Con esas calzas (leggings) de color celeste que tanto me calientan.
    
    Dependiendo de la postura en que se pone es cuanto se le marca la panocha. Muero de placer cuando se pone en 4, como un perrito, levantando la cola y bajando su pecho a tierra, estirando la espalda. Debo confesar que se me revienta el pantalón de lo duro que me pongo deseando la cola de la señora de Felipe mientras a esta se le marca toda la papaya que tiene entre sus piernas.
    
    Otro espectáculo que me calienta mucho es cuándo amarra unas sogas elastizadas a sus tobillos y hace fuerza para abrirlas. Marcándose nuevamente toda la cavidad de la entre pierna debido a esta calza tan ajustada. Siempre la miro sin disimulo, para qué sé de cuenta que la estoy mirando.
    
    Termino con la chota completamente erecta contra el volante de mi carro, teniendo un gran dolor de testículos al no evacuar los fluidos producidos por la terrible erección generada en el espectáculo semi porno que me brinda Belén.
    
    Una mañana observo que la mujer de Felipe pasa con un ajustado pantalón de vestir moviéndome las caderas por la vereda del taller luego de dejar a su hijo en el jardín. Llevaba un look completamente nuevo que le quedaba súper bien. Su cabello estaba muy corto parecido a la cantante de ...
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