Putachas nalgonas (Cap. 1) - Relatos Eróticos

Putachas nalgonas (Cap. 1)

Como ya es costumbre mía pongo en tela de juicio la opinión de cada uno de mis leales lectores que hacen posible que yo siga con mis relatos. Recomiendo leer primero el relato “mis Putachas” para entender mejor la historia actual.

Esta vez contaré una más de mis aventuras que tengo con ese sequito de Putachas que suelo tener a mis pies y así yo gozar de todos los placeres que da la vida a gente privilegiada como yo. Ahora me encuentro viviendo en una de las ciudades mexicanas por Excelencia por tener reputación de tener las mejores chicas nalgonas y con bubis muy generosas, también Tijuana tiene el prestigio de tener mucha chica fácil de domesticar, solo falta saber los rumbos en donde buscar para obtener así la mejor mercancía.

Pues bien, esta historia apenas comienza con apenas unos cuantos días de que me mude desde Mazatlán hacia la península de baja california donde bien tengo entendido hay muy buenas colas para elegir y rendir a mis pies, pudiendo así aumentar mí ya conocido y cómodo estilo de vida el cual es de muy alto nivel.

Si consideramos que mi nueva residencia en baja california apenas comienza si quiero reclutar algunas incautas para así acrecentar mi harem sin provocar mucho revuelo, deberé hacerlo manteniendo un perfil bajo y poder así vivir como se dijera fuera del radar de todas aquellas personas que harían lo imposible para expandir mi reinado.

Para evitar levantar sospechas de cualquier índole he establecido dos negocios, uno de ellos es para ...

... educar chicas de entre 18 y 25 años malcriadas y rebeldes para terminar convirtiéndolas en chicas dóciles de serviles y así poder después ponerlas a modo de renta como servicio doméstico en casas de alto poder adquisitivo, protegiéndome bajo la firma de contratos laborales dando la apariencia de ser simple servicio de limpieza doméstica.

Para evitar que mis clientes pudieran todo el trámite se hacía mediante el uso de redes sociales de mayor popularidad pero siempre con la precaución de impedir ser así localizable por cualquier eventualidad que pudiera suceder y los pagos se realizaban mandando el dinero a un P.O. BOX todo esto bajo un nombre ficticio.

Mientras se terminaban los detalles que permitirían ya empezar el negocio antes descrito, mis Putachas ya altamente entrenadas en el arte de estar a mis pies rendidas, se han vestido de una manera muy provocativa pero a la vez elegante para causar revuelo entre los hombres ojo alegre y celos de las esposas que se quedan en casa cumpliendo con sus deberes, y por qué no tal vez en ocasiones mis Putachas atenderían personas con tendencias diferentes a las habituales, de todas maneras las Putachas a mis pies están entrenadas y dispuestas a todo lo que sea Ganar dinero para el bienestar de su Ama.

Se me ocurrió instalar un tercer negocio donde mis nalgonas lavarían autos durante el día haciendo uso de un diminuto bikini y tacones, lo cual atraía más que todo a clientela masculina y no precisamente para que les lavaran el ...