1. Mi compañero de maestría


    Fecha: 16/04/2022, Categorías: Bisexuales Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    ... trabajo.
    
    Llegué a casa, me corrí en el baño fantaseando con su verga y luego me puse a ver tv.
    
    El martes fui como habíamos acordado. Entramos directo a su biblioteca y empezamos a trabajar. A los 15 o 20 minutos me dijo que estábamos solos, que su esposa había ido al cine con sus amigas y luego irían a cenar. Me preguntó si quería una cerveza. Acepté. Regreso con dos latas de Pilsen Callao y seguimos trabajando. Al acabarlas me preguntó si quería dos más y acepté. Recogió las latas vacías y fue por dos más.
    
    Cuando volvió me di cuenta que su entrepierna mostraba la hinchazón de su pene erecto. Su esposa no estaba y sentí que era por mí. Pero preferí no hacerme ilusiones. Se sentó en su silla y a los pocos minutos la acercó a la mía, como para trabajar más cerca. Su pierna empezó a rozar con la mía y en pocos instantes ya tenía su mano sobre mi pierna. Sentí que era todo o nada.
    
    Cogí su verga sobre su jean y la sentí enorme. Él se desabrochó el pantalón y la sacó, era tan grande como la había imaginado. Me dijo amablemente chúpala. Me arrodillé y empecé a chupársela con pasión, estaba ya demasiado caliente. Unos momentos después me dijo para, para, vamos al cuarto. Fuimos a su habitación.
    
    Me dijo desvístete. Lo obedecí. Mientras tanto el hurgó en la ropa sucia y sacó una tanga de su esposa. No me sorprendió lo fina y elegante que era. Realmente una pieza de ...
    ... lencería muy cara. Me la dio la olí, olía a hembra. Me dijo póntela. Lo obedecí. Se desvistió y me acomodó en 4 patas sobre su cama. Sin sacarme la tanga, sólo poniéndola ligeramente de costado, comenzó a lamerme el culo con pasión y luego salvajemente.
    
    Unos instantes después, sin sacarme la tanga, subió sobre mí y empezó a culearme. Su verga larga y gruesa entró muy fácilmente. Mi culo estaba dilatado y tragón, me la comí toda. Sentirlo cabalgarme fue una experiencia brutal, más aún con la tanga puesta de su esposa.
    
    Cuando comenzó a penetrarme empezó a decirme que era una puta. Que era una zorra. Que era una culera. Que le encantaba romperme el culo, fue delicioso sentirme su hembra, en su cama, con la tanga de su esposa puesta. Paró y la sacó. Me dio vuelta y puso mis piernas sobre sus hombros y siguió culeándome con la tanga puesta, yo me sentía morir de placer.
    
    Comencé a gemir y gemir, le decía me vengo, me vengo, me vengo. Y paró nuevamente. Se acostó y me dijo, sube y cabalga puta. Lo obedecí, comencé a cabalgarlo, a disfrutar cada centímetro de su verga enorme en el culo. Comencé a gemir y a venirme. Sentí mi semen esparcirse dentro de la tanga de su esposa. Se dio cuenta y se vino dentro de mí. Me llenó el culo de leche.
    
    Me acosté a su lado y le pregunté ¿Qué hacemos con la tanga? Déjala en la ropa sucia. La señora que viene a limpiar mañana la pondrá a lavar. 
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