1. La sorprendo desnuda, me sorprende dándome el culo


    Fecha: 24/03/2022, Categorías: Masturbación Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... tanto me gustaba y que por ser algo o un poco mayor que yo y por su reputación de recatada, nunca me imaginé que me iba a estar dando tan rica mamada. Entre chupada y pajeada me decía: -No te vayas a correr… quiero que me llenes esta cosita con tu primera corrida. La verdad aquello me preocupó, pues a esta edad no quería dejar a ninguna chica embarazada, pero uno ya caliente toma esos riesgos. Y no me fui en su boca, porque yo ya tenía experiencia y porque ella quizá sabía cuándo me ponía a punto y buscaba mis testículos para atraparlos con sus labios. Definitivamente Ethel sabía de estos trotes, ya conocía como coger a sus 22 o 23 años. De hecho, para los que tenemos esta experiencia, llega un momento que el pene se adormece, o quizá mentalmente desconectamos esa sensación para no explotar prematuramente, pero esto es aprendido y yo tuve la suerte de contar con una chica que me enseñó este arte, así que a mis 19 ya tenía un vigor y resistencia para no caer a las primeras. Cuando sentí que ya no podría aguantarlo con el pasar de los minutos, le he comenzado a mamar los pezones a Ethel por sobre su camisa blanca y centímetro a centímetro me he ido deslizando hasta alcanzar su ombligo y eventualmente llegar a su conchita.
    
    Tenía ese olor fresco de una chica de esa edad… le he mamado su concha por sobre sus pantalones cortos. Le he hecho un hueco por donde se expone esa abertura deliciosa y en esa posición Ethel me asiste encorvando su espalda y poder remover su pantalón ...
    ... corto. Sigo mamando por sobre su bikini blanco y está tan mojado que puedo ver literalmente su concha y su pequeño clítoris. Es de labios pequeños, conchita estilo Barbie y creo que ella ya no aguanta y ella se remueve su prenda íntima y la pone a un lado de la cama y comienzo a hundirle la lengua por esa exquisita rajadura. Comenzó a gemir como la tarde anterior y todo aquello me excitaba. Habíamos estado en diferentes lugares de la cama que se podían divisar las manchas de nuestras segregaciones sexuales por toda la cama. Llegué a ponerla a la orilla de la cama para que hincado le comiera esa rica concha que me tenía a mil. Podía ver esas contracciones de su vagina, pues en esa posición y con sus piernas elevadas, su concha me pedía que la penetrara. Era rico escuchar sus gemidos hasta que ya no pudo más y me dijo que se la metiera: ¡Méteme la verga Tony! -En esa posición a la orilla de la cama y con sus piernas elevadas le he dejado ir un taladreo y esta mujer gritaba de placer. Suerte que la casa del tío estaba a unos 150 metros, porque si no hubieran escuchado el escándalo erótico de Ethel. Me lo anunció con una voz quebrantada diciendo: ¡Me corro, me vengo! Cógeme, Tony… no pares; dame con todas tus ganas. La taladré por varios minutos y su incesante jadeo hizo que los cielos se abrieran y le he dejado ir una de esas corridas que solo a los 18 años uno puede producir. ¡Le llené la conchita con un descarga espesa de mi esperma!
    
    Vi como la mayor parte se deslizó y luego ...
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