1. Amante del cerrajero (Parte 3)


    Fecha: 10/03/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Loup20, Fuente: CuentoRelatos

    Desperté justo a tiempo para limpiar el cuarto, como pude me limpié y preparé la cena, cuando llegó Paul, me preguntó acerca del problema del baño, le dije que no había podido venir el plomero, pero que me había asegurado que sin falta al día siguiente se presentaría a arreglar el desperfecto, me dijo que él tenía que salir de la ciudad unos días, por cuestiones del trabajo, que tenía que ir a realizar una inspección a una planta de otra ciudad y que además tendría que tomar un curso de capacitación por lo que no regresaría hasta la próxima semana, que si creía que podría hacerme cargo, a lo que le dije que no se preocupara. Después de cenar y ayudarlo a hacer las maletas nos fuimos a dormir.
    
    Por el cansancio me quedé dormida, teniendo un sueño lleno de placer, iba al local de don Lucas, el cual estaba sentado oliendo mi tanga, al verme en la entrada me decía:
    
    -Buenas tardes señorita Pamela, ¿se le ofrece algo?
    
    -Sí, ocupo que me abra… algo en la casa –le contestaba yo.
    
    -En su casa o aquí -me decía mientras se agarraba su entrepierna que ya denotaba un bulto grande, mientras lo veía me mordía el labio llena de deseo.
    
    -Aquí no tiene donde hacerme el trabajo que ocupo.
    
    -Claro que si mamacita, ya sabes que te haré todo lo que necesites… -Mientras se sacaba su enorme verga ya erecta.
    
    Desperté llena de excitación y deseo, húmeda, demasiado húmeda; me paré y fui a la cocina por un vaso de agua, sin embargo, la excitación era tal que no pude contener tocarme ...
    ... imaginando como don Lucas me cogía en su local, llenándome de su rico semen mi vagina, para después recordar la deliciosa verga de don Jaime dentro de mi ano, algo había cambiado, ya no era la misma, deseaba ser poseída por esos dos viejos, hace un par de días no me hubiera pasado por la cabeza semejante locura, pero los deseaba, deseaba sus vergas, con esos pensamientos termine masturbándome como nunca, en medio de la cocina tuve un orgasmo que Paul jamás me había provocado con su mejor cogida.
    
    A la mañana siguiente Paul se fue al aeropuerto para realizar el viaje que tenía previsto, yo por mi parte tenía el problema de que seguía tapado el caño y no sabía si don Jaime regresaría a arreglarlo después de lo que había pasado el día anterior, el pensar en él me excitaba, tenía las hormonas al mil, solo pensaba en estar ensartada por esos dos viejos.
    
    La diferencia de edades, de aspectos físicos y hasta de la posición económica me generaba excitación, imaginar a esos sesentones con una veinteañera como yo, sus cuerpos ya arrugados y rasposos por los años y el trabajo contrastar con el mío liso y suave, ellos unos viejos feos que al verlos en la calle causan hasta cierto desagrado, uno de ellos panzón en contra de aspecto que aunque no soy una belleza de portada de revistas más de algún tipo voltea la cara para verme mejor, si le agregamos que las casas de ellos deben ser de bajos recursos, feas y sucias comparada en la que vivo que aunque no es un palacio es algo a lo que ellos ...
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