1. Becaria chantajeada por Gerente


    Fecha: 02/03/2022, Categorías: No Consentido Autor: Vannesa Ivonne, Fuente: CuentoRelatos

    ... llevo al sillón de la oficina. Me penetraba con tal fuerza que pareciera que tenía años sin haber tenido sexo, me lamía los pezones, me apretaba los senos. Me trataba como una cualquiera.
    
    -Por favor licenciado… ahh... se lo pido… muévase despacio, no sea… no sea rudo. Us… usted la ti… ahh… sii... usted la tiene tan grande… ahh… ahh…
    
    -Jajaja mi pene puede darte más placer que la miseria que tiene tu novio, disfrútalo tanto como quieras.
    
    Mi mente estaba en blanco, nunca me había sentido si antes, estaba recostada en el sillón de una oficina con las piernas completamente levantadas y abiertas a la altura de mis senos siendo follada con gran fuerza por una verga enorme que hacía que tuviera varios orgasmos que nunca había tenido antes.
    
    -Uuu… uuu… me corro, ven aquí, ahí te va todo…
    
    Me jalo y tomó por la cabeza y derramó todo su semen sobre mí, llenándome los ojos, las mejillas, el cabello de su leche.
    
    -Uuu… creo que me corrí mucho, eso fue demasiado, fue increíble.
    
    Por fin había terminado mi martirio, el Gerente se acomodaba el pantalón y la camisa yo aún estaba en ...
    ... shock tirada en el suelo con las piernas abiertas y completamente empapada de las varias veces que me corrí, no sabía qué hora era ni qué tiempo había pasado, no sabía dónde estaba mi ropa.
    
    -Parece que la hora de comida término, apresúrate, no llegues tarde a tu lugar y ve a lavarte la cara.
    
    Como pude logré vestirme, todo me temblaba, tenía todavía la sensación de su verga dentro de mí vagina, camine hacia el tocador esperando que nadie me viera o que pudiera sospechar algo de lo que había ocurrido en la oficina del Licenciado Pineda.
    
    Llegué al tocados y al verme en el espejo estaba toda desaliñada, su semen estaba por todo mi cabello que me costó quitarme lo y no quería salir con el cabello todo mojado, además no traía nada debajo de la falda, el muy maldito se había quedado con mi tanga y con las prisas de salir y la cabeza en blanco no la encontré.
    
    -Ey amor ¿Dónde estabas? Cuando salí ya no te vi y se me olvidó el celular en mi lugar. Oh. Tus ojos están un poco rojos ¿Pasa algo?
    
    -No… no es nada Sergio… este… ya me voy no quiero llegar tarde, al rato te veo.
    
    Continuará… 
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