1. La fantasía de Edurne


    Fecha: 18/02/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    A sus 40 años recién cumplidos, Edurne es una mujer sexualmente aburrida. A lo largo de los años de casada su vida sexual ha ido cayendo en la rutina hasta ser inexistente. Su marido fue perdiendo interés por ella de manera paulatina hasta no tocarla hace casi un año. Edurne siempre ha sido una mujer muy sexual. Es pasional, ardiente, morbosa y multiorgásmica pero su marido tiene una visión mucho más conservadora del sexo. Incluso se podría decir que es un tema tabú para él. Esto es algo que ha ido generando frustración en la mujer.
    
    En conversaciones con amigas le han insinuado que Patxi, su marido, es gay. Uno de esos incapaces de aceptarse por su educación católica. Edurne se ríe y defiende la heterosexualidad de su marido. Piensa que todo es fruto de los años de convivencia aunque con el paso de los meses la teoría de sus amigos va calando en ella.
    
    Su principal queja es que siempre es ella quien tiene que proponer a su marido follar. Él nunca la busca. Es ella la que tiene que lanzarse a excitarlo y a menudo lo único que consigue es una corta erección que no les sirve para consumar. Lo que acaba provocando en Edurne una rara sensación de ridiculez que desemboca en la frustración actual.
    
    Hace meses que se compró un par de juguetes para satisfacer sus ardores vaginales. Primero adquirió un succionador de clítoris que le proporcionaba rápidos orgasmos clitorianos. Pero pronto necesitó otra cosa.
    
    Si bien es cierto que la estimulación clitoriana era tan efectiva ...
    ... como satisfactoria, su mente de mujer morbosa sentía necesidad de sentirse ocupada por una polla. De manera que se compró un vibrador de tamaño medio/grande, bastante realista. De color carne, estaba perfectamente detallado. Un glande grueso y unas venas marcadas. Su imaginación volaba cuando jugaba con Alfred (como llegó a bautizarlo). Imaginaba a un tipo rudo que se la follaba sin compasión. En otras ocasiones Alfred era un conocido que se lo hacía con modales exquisitos. Incluso llegó a imaginar que un famoso la sodomizaba. Así consiguió meterse a Alfred por el ano. Fue una experiencia más morbosa que placentera.
    
    Pero llegó un momento en que también se aburrió de Alfred. La masturbación dejó de ser totalmente efectiva. Sí, llegaba al orgasmo pero no lograba apagar aquel fuego que ella sentía en su interior. La falta de sexo la hacía mostrarse irascible. Discutía con Patxi, reñía a sus dos hijos. Incluso en el trabajo contestaba mal. Se estaba convirtiendo en una malfollada.
    
    Ella necesitaba sexo. Comerse una polla caliente. Que se la metiesen y le abriesen el coño. Que la pusieran a 4 patas y le pegasen una follada tremenda que la dejase con las piernas temblando.
    
    En su búsqueda de satisfacción sexual dio con una página de relatos eróticos. Había gran cantidad y no todos resultaban excitantes. Durante una semana estuvo entrando y algunas historias llegaron a provocarle mucha excitación. Hasta que un día dio con un autor diferente. Tenía un relato de infidelidad que ...
«1234...»