1. Premio seguro a quien la meta mejor


    Fecha: 16/02/2022, Categorías: Confesiones Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... con fuerza me pegaba pequeños empujones sin sacarla apenas haciéndome gritar aún más de placer, aun así no se corrió, pero yo ya lo tenía claro, ya había campeón a pesar de que la otra polla resistía.
    
    Empecé a oír otros gemidos, otros choques de carne de sexo en la habitación, no eran dos sino cuatro los cuerpos que sentía follar a mi alrededor, el pene número tres y el quinto se habían quedado a pesar de haber perdido y se follaban a mis acompañantes como premio de consolación, ellas podían ver sus cuerpos follar, no así la cara de ninguno, pero era algo más de lo que yo podía ver, ya que llevaba puesta la venda roja en mis ojos y para mi sorpresa el pene número dos de rodillas en la cama me dio la vuelta y abriéndome las piernas elevándomelas hasta sus hombros me empezó a follar nuevamente, metiéndomela hasta el fondo.
    
    Cuando se iba a retirar le pedí que siguiera, yo tenía a mi campeón así que ahora era hora de disfrutar y le permití seguir, le permití a que una y otra vez su pene me follara, a que se metiera en el interior totalmente húmedo y mojado de mi vagina, a mi lado sentía el pelo de mi amiga Sofía, la sentía gemir a la altura de mi cabeza, sentía su aliento en mi cara, quise buscarla, pero no podía, el placer que estaba recibiendo me paralizaba el cuerpo, hasta que sentí como el pene número dos con tres grandes empujones y gritando de placer se corría por fin en el preservativo sacándolo de mi vagina.
    
    Fue el momento de buscar los labios de Sofía, el ...
    ... momento de saborear su boca cuando una polla, la de mi campeón cogiéndome las piernas con sus manos y abriéndomelas me volvía a penetrar, sé sabia, ganador así que no reservo nada, cada penetración era un grito de placer, suyo y mío, cada vez que él gemía y gritaba su voz me resultaba familiar, pero no conseguía saber ni por qué, ni quien seria, mientras Sofía y yo seguíamos besándonos hasta que un nuevo pene se puso entre medias de nosotras y las dos empezamos a lamerlo, primero ella, luego yo o las dos a la vez, subíamos y bajábamos por el tronco fálico, lamiendo su glande con nuestras lenguas a la vez que se entrelazaban.
    
    Nuestros cuerpos continuamente golpeados, empujados hacían que nuestras cabezas chocasen, que nuestros pechos bailasen en nuestro cuerpo y al otro lado de la habitación nos llamó la atención los gritos de placer de Marta y los gruñidos de sus amante, Marta más que gritos chillaba a su amante para que no parara, para que siguiera metiéndosela hasta que los dos estallaron y se fueron calmando.
    
    Eso mismo nos pasó a Sofía y a mí, las dos estábamos recibiendo una buena ración de sexo y nuestros gritos empezaron a ser más altos de lo que solían ser en dos chillonas como nosotras, con un pene en nuestros labios, turnándonos en tenerla dentro de nuestra boca y con nuestras manos cogidas por la otra entrelazando los dedos, apretándonos cuando recibíamos una y otra vez los empujones y penetraciones de nuestros amantes, metiéndonos sus respectivas pollas en nuestros ...