1. Dolor y placer


    Fecha: 14/02/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Volví a lo de Luvna a fin de lograr el máximo placer sin importarme la cantidad de dolor a soportar. Luvna me recibió con su asistente Zintia y me dijo: Has venido para que Zintia empale tu pene en una forma severa y cruel; el suplicio es largo, unas dos horas, y muy doloroso, puede llegar a producir lesiones irreversibles, depende el momento en que pidas cesar el castigo. Yo le dije que ya había probado versiones ligeras de esta tortura y que ahora deseaba experimentar el tormento en su forma más cruel.
    
    Primeramente azotaremos tu pene con nuestras zapatillas de danzas a fin de que adquiera temperatura y pueda soportar los dolores más intensos; me ordenaron que fuera al baño a orinar y regresara desnudo a la sala. Cuando volví me amarraron de frente a una cruz en X y Zintia me anudo un cordel en la base del pene que se encontraba en completa erección, luego acerco un caballete regulable y acomodo mi pene de forma que quedara firmemente acostado sobre el.
    
    Las jóvenes calzaban sus zapatillas de media punta, de un numero 38 o 39 de lustroso cuero y delgadas suelas enteras, muy flexibles por el doble uso que se les daba, blancas las de Luvna y negras las de Zintia. Luvna dijo: cincuenta golpes cada una bastaran para que tu pene quede ardiendo y sueltes las endorfinas suficientes. Me acercaron las zapatillas para que las besara y luego se situaron a ambos lados del caballete, me ordenaron que llevara la cuenta y comenzaron a azotarme fuertemente en forma alternada, Luvna ...
    ... castigaba en forma de chasquido haciendo que solamente la punta de la zapatilla tocara la piel de mi pene; Zintia golpeaba de lleno. Cuando iban por la mitad del castigo el dolor se torno insoportable, cuando mi voz dijo cien, el pene se encontraba lleno de moretones, inflamado, con la piel brillante próxima a quebrarse; Luvna sonrió satisfecha y dijo que el pene se encontraba perfectamente preparado para ser empalado.
    
    Me hicieron acostar sobre un potro de madera y aseguraron mis extremidades a las esquinas; además amarraron una cuerda a la altura de mi cintura a fin de inmovilizar mis caderas
    
    Comenzaremos ensanchando el conducto, dijo Zintia y tomo un trozo de tiento de cuero de unos 25 cm de largo; lo lubrico y comenzó a introducirlo en mi pene. Penetraba en forma ajustada, con movimientos hacia adelante y hacia atrás lo hizo bajar lentamente hasta alcanzar la vejiga. Sonrió satisfecha, lo extrajo con rapidez y volvió a repetir la operación. Ahora terminaremos de preparar la uretra, dijo y tomo una varilla de madera engrosada por varios nudos en su recorrido. Zintia me explico que los nudos eran todos del mismo grosor y terminarían de expandir la uretra. Después de lubricarlo, ensarto la punta en mi pene y lo hizo avanzar, muy ajustado penetraba lentamente, los nudos me provocaban una sensación levemente dolorosa; cuando la varilla se detenía, Zintia tomaba una de sus zapatillas y golpeteaba sobre la madera haciéndola penetrar; al fin llego a hundirse totalmente; Zintia ...
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