1. El culo casi virgen de mi prima María


    Fecha: 21/01/2022, Categorías: Incesto Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    ... cuerpo y el sexo. Mientras se lo decía ella me miró a los ojos y me dijo “primo, se te ha parado” y comenzó a reírse. Yo me avergoncé un poco y le dije que lo que me contaba había sido muy excitante.
    
    Ella siguió riéndose y me dijo que tenía que irse. Y se fue. Mucho antes de cenar y de la vuelta de mi esposa. Se desapareció unos días. Cómo a la semana volvió a la hora de la cena. Con jamón y pan. Cenamos como de costumbre y desde allí la normalidad volvió. No volvió a hablarme de mi erección.
    
    Unos dos meses después de nuestra conversación. Llegó al departamento de improviso. Mi esposa había ido a un cumpleaños con mi hija. Como era devota del Facebook, estaba posteando sus fotos desde allí. Unos 15 minutos después de la primera foto posteada, mi prima apareció.
    
    La hice pasar, nos sentamos en el sofá. Ella vestía una minifalda muy corta. Se sentó a mi lado y se cruzó de piernas. Lo que hizo que se recoja y me permitía ver sus muy bien formadas piernas. Prendí la tv y comenzamos a divagar en la charla.
    
    De pronto ella me dijo “primo, lo volví a hacer”. Pecando de cojudo le pregunte ¿Qué cosa prima? Se río y me dijo, por atrás pues tonto. Me sonrojé y ella se río. Me contó. Había conocido a un chico en una fiesta, habían ligado y ella le había dado el culo a la primera. Me dijo que disfrutó maravillosamente. Pero que al día siguiente se enteró que el chico era casado y lo bloqueó.
    
    Le dije “espero no me bloquees prima, también soy casado”. Le tocó reír y comenzamos ...
    ... a reírnos ambos. Y entre risas, comenzamos a tocarnos y muy pronto a besarnos. Nunca nos había pasado, ni habíamos tenido deseos de hacerlo ni cuando yo estaba soltero. Simplemente se dio.
    
    Sentí que su respiración se aceleraba. Me paré. La acomodé en cuatro patas sobre el sofá. La minifalda era tan corta que no fue necesario sacarla. La tanga la baje a la mitad de los muslos. Sin preguntarle nada, se la metí directo a su coño ya húmedo.
    
    La sentí gemir y moverse aceleradamente. Sin que yo se lo pida, ella me dijo “primo, hazme la cola”. No sé de dónde sacó esa frase. De la tv o un vídeo porno o una conversa con sus amigas. Pero me puso a mil. Unté saliva en su culo y sin que me repita la pregunta o se desanime, se la empuje toda. Vaya si se la tragaba. Para ser una mujer con sólo dos culeadas previas, le entraba demasiado fácil.
    
    Y fue cierto. En pocos segundos, menos de un minuto, llegó por su culo. Y yo seguí dándole en perrito ella gemía casi salvajemente y tuvo un segundo orgasmo. Le dije “prima ahora tú montas sobre mi”. Se la saqué. Me senté en el sofá y ella se sentó de espaldas a mí. Con mis manos conduje mi verga a su culo y ella empezó a cabalgar. Tuvo un tercer orgasmo. Antes y después gemía como poseída.
    
    Yo estaba loco. Comerme a mi prima me ponía a mil. En mi casa lo multiplicaba por mil más. Y sentirla tan puta por mil más. Le pedí que se acueste en el sofá. Eso hizo. Puse sus piernas casi sobre sus propios hombros y la penetré analmente. En esa pose ...