1. Cómo disfruté al novio de mi hija (2)


    Fecha: 17/01/2022, Categorías: Infidelidad Autor: MarianaV42, Fuente: CuentoRelatos

    Creo que ya es momento de hablar un poco de mi relación con mi hija, puesto que a futuro las cosas que contaré podrían ser un poco "inadecuadas" para una madre común. Verán, durante toda su adolescencia, Karolina había sido un señor problema para mí y para mi esposo. Malas calificaciones, grosera, gastaba mucho, en serio, mucho dinero en ser la niña con dinero que invitaba la peda o rentaba los lugares para coger con sus pendejitos.
    
    Gracias al cielo, conoció a Caleb a los 18 años y por fin hubo paz, buenos resultados académicos y la relación mejoró entre nosotras, aunque no podía dejar de sentir celos de la madre de Caleb, que parecía llevarse mejor con mi hija que yo misma. Yo amaba a Caleb, no como amante, pero sí como familia, él había llegado y, más o menos en un año, Karito volvía a ser Karito, ya no más borracheras, ya no más insultos, podía quedarse los fines de semana a ver películas, lo elegía, de hecho.
    
    A ella le encantaba leer antes de volverse una libertina, y me encantaba saber que, a veces, mi hija le leía a su novio hasta que ambos se quedaban dormidos en la sala o el cuarto. Era genuinamente feliz de que mi hija estuviera viviendo su primer romance, pero lo cierto es que me sentía un poco celosa de ella.
    
    Desde que nació, Karo había sido la prioridad de mi esposo y la crio consentida y con una mentalidad muy fea de "ser siempre la que mande", él era el que le pagaba a mi hija sus vicios y cogidas, siempre con la puta excusa de "construir relaciones" ...
    ... o "está jovencita, déjala disfrutar su etapa". Yo entiendo que él pensara así, pues ni él ni yo tuvimos tiempo ni recursos para darnos la vida que le podíamos dar a nuestra hija, pero es que ahora que teníamos todo para ser felices, no lo éramos.
    
    No lo éramos porque siempre él le pagaba sus estupideces a Karolina y yo era la que tenía que cuidar a mi hija de sí misma, yo era la que quedaba como la mala e hizo falta que llegara un muchacho bien y un año de relación para que mi hija y yo nos uniéramos cuando ella ya tenía los 19, casi que desde sus catorce años nos habíamos llevado mal. Además, era frustrante no tener sexo. Hacía 5 años que no tenía sexo, NADA DE SEXO.
    
    Mi esposo era diabético, nunca se cuidó y, eventualmente, esas borracheras, esas comidas y esos refrescos pasaron factura, tuvo un ataque que lo dejó un buen tiempo en cama y, cuando por fin pudo volver a moverse, lo hacía lento y con dificultad. Así que a mis 35 años, me quedé sin una verga que disfrutar, con un esposo al que cuidar y con una hija a la que intentar educar. Estaba frustrada en todo aspecto... hasta que llegó mi yerno.
    
    Fue por eso que, al ver a Karolina follándose a Caleb de aquella forma, sin pasión ni habilidad alguna, simplemente conformándose con abrir las piernas y sentarse en su pene, que no pude evitar pensar en qué haría yo de estar ahí.
    
    Me escabullí fuera de la casa y no regrese hasta dentro de tres horas. Seguían en la cama, pero las cobijas eran otras, estaban vestidos y ...
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