1. La melancolía del escenario


    Fecha: 16/01/2022, Categorías: Humorísticos Autor: AlazarRP, Fuente: CuentoRelatos

    Hoy vengo hablarles de los detalles sucios y culminaciones sexuales en mi carrera como cantante y actor de performance.
    
    Voy a confesarme directamente; he ejercido teatro desde que era un niño, siempre bajo el cobijo de un colegio privado, pero mis aventuras empiezan desde que cumplí 18 años, cuando comencé a salir e inscribirme a instituciones públicas como casas de la cultura, talleres independientes u compañías aisladas.
    
    He de contextualizar, es mi obligación con ustedes queridos lectores.
    
    Soy un chico, en los días que les voy a relatar era tan sólo un joven, preocupado por nada, de pelo negro y descuidado, lidiando con la adolescencia y los complejos, era delgado y para nada el modelo de chico Disney que suele dejar el mundo más seguro en oportunidades de atracción, esto me llevó a ser alguien que siempre está buscando acción. Recuerdo que era un chaval excéntrico pues quería llevar mi rostro "peculiar", así como mi cuerpo, de deportista, pero aun así el cuerpo de un chaval, a los límites que nunca una persona convencional se molestaría en explorar. Así que ligaba cuanto podía, coqueteaba con quien me atrevía y cuando por fin llegué a intimar, lo hacía donde podía y con quién se dejase.
    
    ¿Guarro, fácil, sucio? Lo más probable es que sí, inclusive vil y a una corta edad. El tiempo pasó una factura cuando el placer se me fue de control...
    
    No quiero que se dé a malinterpretaciones yo aunque a esa edad gozaba de una vida sexual, bonita, variada, pero sana, me ...
    ... soltaba y gozaba de expresión en el momento, pero nada diferente a estar en un escenario y gozártela.
    
    Pero los escenarios y el sexo nunca se llevan bien si no está en la obra y lo probé de primera mano el día que conocí a Inés, Inés era mayor que yo y aunque no era la más grande del salón de teatro, sí poseía porte de protagonista, era joven, pero no lo suficiente como para estar a mi alcance, era de dinero y se notaba en su celular, aretes, alhajas y vestir.
    
    Inés era una cansina de primera eso sí.
    
    ¿Conoces a la clásica chica blanca, rubia que tiene una delgadez que denota dureza más que fragilidad?
    
    Pues era ella. Antipática, pero debo admitir, todos queríamos llevar la fiesta en paz, pues para mí era un simple taller más del montón, con suerte iba a hacer frente a las ganas de lucir bien ante la chica que sí me gustaba. Pero no, lo que obtuve fue una, me atrevería a decir violación de parte de Inés hacia mí. ¿Cómo? Bueno la verdad es que uno nunca se espera ser como una presa a la que se le está cazando y mucho menos por aquella mujer o dama que está fuera de su rango. Inés es, era y probablemente seguirá siendo sutil, asistía al taller siempre a la hora y se iba con prisa en cuanto acababa, pero durante el taller procuraba estar en equipo conmigo, buscaba contacto físico, espacios aislados y todo de manera muy extraña.
    
    Nunca se pasaba de la línea, pero yo siendo joven, estaba fascinado, ¿Qué más daría que la otra chica no voltee a verme sí tengo a esta otra que ...
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