1. Mi Tio El Ranchero (12 Parte)


    Fecha: 31/05/2018, Categorías: Anal Masturbación Primera Vez Autor: Juan_Ivan, Fuente: xHamster

    ... en el pasillo leyendo el periódico, yo al centro y Carlos en la ventanilla porque lo echamos a la suerte y ganó. Yo iba viendo a través de la ventana desde mi asiento, pero luego me le quedé viendo a Carlos, que tenía la vista perdida en la inmensidad del horizonte. Carlos no era feo. Al contrario, era un tipo muy guapo, de quijada cuadrada y potente, barba cerrada a su edad, ceja gruesa y poblada, con ojos negros y profundos, muy bonitos. Sin olvidar los labios rojos y encarnados... pero... ¡esos pinches lentes!... Así que me puse a trabajar de nuevo. Volteé hacia mi papá y le digo:- Apá, voy a necesitar más dinero... ¡y bastantito!...- ¿Ah sí?... ¿y como para qué lo quieres?... (Sin quitar los ojos del periódico)- Para comprarle lentes de contacto a Carlos y tirar a la basura esos que trae.Por fin retiró los ojos del periódico y volteó a ver a Carlos por encima de mí. Lo observó unos instantes con detenimiento y sin voltear a verme, volvió a meter la nariz en su periódico y me dice: "Hecho. Mañana mismo te doy un cheque en blanco y te deshaces de inmediato de esos pinches lentecitos". Trato cerrado. ¡ESE ERA EL PAPÁ QUE SIEMPRE QUISE! Y ya que me había dicho eso, lo vi sentado de mucha pierna cruzada y recordé algo muy peculiar. Me acerqué lo más que pude a su oído y con la voz más baja posible, le pregunté: "¿No te duele tu colita?". Se le salió el aire de la risa por la nariz, pero sin quitar los ojos del periódico; contestó que sí con la cabeza. Luego se inclinó ...
    ... sonriendo ahora él sobre mi oído y me dice: "Pero duele delicioso...". Fin de la plática.Los días previos al viernes pasaron muy rápido. Primero, porque todos teníamos actividades propias; y segundo, porque estando en casa no era posible que pudiéramos hacer nada de nada. El martes esperé a Carlos a la salida de la escuela para ir a la oficina de mi papá por el cheque. Él no quería los lentes, pero como siempre, se hizo mi voluntad. Estábamos en la sala de espera del oftalmólogo, los dos solos, no había recepcionista. Así que me di a la tarea de:- Bueno Carlos... ¿y porqué chingados no quieres ir al rancho con nosotros?- Ya te dije chaparro: estoy muy atrasado en el trabajo del laboratorio.- ¿Nada más por eso?- ¿Pos qué más quieres, baboso?- Y con las calificaciones que has tenido toda tu vida... ¿no te puedes dar el lujo de fallar por lo menos una vez?...- No chaparro. Acuérdate que necesito buen promedio para sacar la beca en la universidad.- Carlos. Te tengo una noticia...- ¿Cuál?- ¡Tienes un papá rico!, ¿no sabías?... ¡Vamos al rancho, menso!- ¡Que no, necio!... Y no insistas que no voy a ceder.- Ok. Ya no voy a insistir (hablando en voz muy baja, como rezando). Ya no te voy a decir ni madres. Nomás que tú te lo vas a perder, ¡y todo por baboso! Ya ni te voy a decir que mi papá se vuelve bien buena onda en el rancho, además, como que con el calorcito se pone mucho más cachondo que en la playa. Ok. Tú te lo pierdes, porque lo que soy yo, me la voy a pasar a toda madre y las dos ...
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