1. El ojito derecho de papá


    Fecha: 14/01/2022, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... en mi cama.
    
    Sonia quiso besarlo, Pablo le hizo la cobra.
    
    -Sabes que eso no puede ser, hija, me prometí a mi mismo hacerte feliz desde que murió tu madre.
    
    -Eso es lo que te pido, que me hagas feliz.
    
    Le echó los brazos al cuello, sus duras tetas se apretaron contra el pecho de su padre y esta vez lo besó. Pablo se estremeció cómo si fuera un adolescente al que le dan su primer beso y cómo a un adolescente se le puso la polla dura. Sonia la notó sobre su coño y se lo restregó contra ella. Era muy dulce y excitante lo que estaba sintiendo Pablo, pero no podía continuar, le quitó los brazos del cuello a su hija, y le dijo:
    
    -No puede ser, cariño, no puede ser, lo único que te haría sería daño.
    
    -No, papa, me harías feliz.
    
    Pablo fue hasta el sillón, cogió su chaqueta, y yendo hacia su habitación, le dijo:
    
    -Un rato, hija, un rato, pero ni tú ni yo podríamos con el cargo de conciencia después de consumar el incesto.
    
    Transcurrido un cuarto de hora, o algo menos, Sonia, con el velo negro tapando su boca, con la falda de seda abierta por delante, en bragas y sujetador, descalza y con una copa en la mano, abrió la puerta de la habitación de su padre, y encendió la luz. Lo vio en calzoncillos sobre a cama y le dijo:
    
    -Te traigo la copa que te quité.
    
    Al llegar su hija al lado de la cama Pablo no pudo resistirse a la tentación que le causaban los encantos de su hija, se puso en pie, le quitó el velo de la boca y la besó con pasión mientras le echaba las manos ...
    ... a sus duras nalgas y la apretaba contra él. A Sonia la copa le cayó de la mano y el whisky se derramó en la carpeta roja que cubría el piso. Sonia echó los brazos alrededor del cuello de su padre y se fundieron en un beso tan largo y apasionado que acabaron con el coño mojado y la polla empalmada. Al dejar de besarse Sonia se echó sobre la cama y se quitó el sujetador.
    
    A Pablo su hija le parecía un ángel con las tetas más hermosas que había visto, unas tetas medianas, casi triangulares y con areolas oscuras y pezones diminutos. Cuando las acaricio vio que las tenía duras cómo piedras y blanditas en sus areolas picudas. Amasó, lamió, chupó y mamó largo rato aquellas deliciosas tetas, unas tetas que eran las tetas más hermosas que había visto. Sonia se quitó las bragas. Pablo metió la cabeza entre las piernas de su hija y vio su coño abierto, un coño con los labios rosados llenos de babas y con la vagina palpitando. Al lamer el coño Sonia arqueó su cuerpo y gimió de placer. Con la pelvis elevada, le echó las manos a las tetas, le metió y sacó varias veces la lengua en la vagina y después siguió lamiendo los labios, despacito, saboreando cada gota de flujo.
    
    Sonia subía y bajaba la pelvis para que la lengua lamiera su clítoris, pero su padre, que no dejaba de acariciar sus tetas, no dejaba que esto ocurriera. Tiempo después, cuando ya Sonia con sus gemidos pedía pan por señas. Pablo posó la parte superior de su lengua sobre el clítoris y metió la punta dentro de su vagina. ...
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