1. Uf, esa boda


    Fecha: 13/01/2022, Categorías: Incesto Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos

    Nunca he sido muy afecto a acudir a fiestas familiares y mucho menos a bodas y funerales; huyo de ellos como alma que lleva el diablo para evitar las charlas y cuchicheos de familiares a los que casi nunca frecuente y que sienten que los lazos de sangre les da el derecho de inmiscuirse en mi vida de maneras no muy agradables en la mayoría de los casos. Ocasionalmente, alguien muy cercano se muere, se casa, se divorcia o decide celebrar lo que se le pegue la gana y es en esos momentos en que no me puedo escapar de la presión social y termino acudiendo a regañadientes.
    
    Debo aclarar que tengo siete tías por el lado materno, 3 por el paterno y un tío que rara vez visita nuestra ciudad desde que se mudó hace alrededor de 20 años. Todas mis tías, son un amor hasta el punto en que se ponen su gorrita de la santa inquisición y empiezan a acribillarme con preguntas relacionadas con matrimonio, hijos y cosas en las que aun no me he puesto a pensar. No me lo dicen abiertamente pero el hecho de que esté ya muy próximo a llegar a los 30 años, les provoca algún tipo de inquietud morbosa que a mi en lo particular me parece bastante irritante, y esa es una de las causas por las que las evito siempre que puedo. La otra es que simplemente soy un antisocial y un hijo de la chingada.
    
    Ese día tan especial se casaba mi hermana menor. Ese simple hecho lo convertía en un compromiso ineludible. Los padres del novio habían insistido en que la boda se llevara a cabo en un hotel de lujo de un ...
    ... destino turístico cercano a nuestro lugar de residencia y habían alquilado habitaciones para los familiares más allegados, entre ellos, yo. En esa ocasión, mi novia Elena me acompañó al evento a pesar de que no ha tenido el suficiente contacto con mi familia para sentirse cómoda. Ella de por sí es un poco distante en cuanto a relaciones familiares, y ya que ambos vivíamos en una ciudad que quedaba a tres horas de la casa de mis padres, no había tenido mucha oportunidad de convivir con ella.
    
    El caso es que estábamos ahí sentados leyendo distraídamente la comunicación en nuestras redes sociales, alejados de la mesa principal y con algo de molestia por la actitud que Elena había tomado hacia la familia, cuando vi a una mujer escultural enfundada en un vestido blanco entallado que hacía resaltar su prominente figura y unas bonitas piernas que se contoneaban a cada paso de una manera casi musical. Mi novia, absorta en su celular, no notó la admiración que me provocó la súbita aparición de esa bella mujer, la mirada la recorrió hasta ver su sonrisa abierta de par en par y sus ojos brillantes y expresivos posados en ¡mí!
    
    - Mario. – Gritó a través de la música mientras agitaba la mano en señal de saludo.
    
    - Hola.- Contesté yo un poco confundido. Sentí que me había cogido infraganti en mi valoración de sus atributos físicos y ni siquiera sabía quien era. A su lado, un señor de aspecto serio le seguía en silencio.
    
    - ¿No me recuerdas, primo? Soy Magda. – Dijo cuando finalmente ...
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