1. La entrevista


    Fecha: 09/01/2022, Categorías: Sexo Oral Autor: rafacal, Fuente: CuentoRelatos

    −Rafa, siempre he admirado tu don de gentes, pero tu sexualidad debe ser alta y refinada, pues tu éxito con las mujeres es evidente. ¿Tiene esto que ver con que tienes técnicas que son apreciadas por ellas, o tu comportamiento en este tema es como el de cualquier hombre?
    
    −No Irene, −contesté−, el plan de conquista debe siempre ser calmado, mesurado y sin presionar a la mujer. Pero efectivamente, sí aplico tácticas, por llamarlas así, en el camino de la seducción. El ideal es que ella dé muestras positivas de que hay avances en la relación. Espero con paciencia el momento en que aparezcan conversaciones íntimas, en las que, con mucha cautela, trato de averiguar, de investigar, lo que ella está dispuesta a incluir en una sesión sexual; trato de descubrir sus límites, Con prudencia, pongo sobre la mesa mis gustos y preferencias, para decidir si continúo o no.
    
    −Si continúas o no? −preguntó ella con extrañeza−. Me explicas?
    
    −Claro −dije−, si sus límites obstaculizan mis preferencias, amablemente acelero el fin de mi cita con ella, sin llegar a una unión sexual. Ni en el momento, ni en el futuro. Definitivo. Para explicarte mejor Irene, si todas las atracciones no están abiertas… no voy a Disneylandia.
    
    −Lo siento Rafa, si no fueras mi amigo y no te conociera, diría que suenas como un Depredador Sexual.
    
    −Puede que lo sea, −repliqué−, pues en el momento indicado… no desperdicio una presa que esté en mis planes y a mi alcance.
    
    −Muy interesante, pero me darías un ...
    ... ejemplo de por qué no continuarías?
    
    −Ciertamente, si descubro por ejemplo que una mujer no practica el sexo oral… estará descartada. Siempre pretendo ir muy lejos, pues esa clase de momentos deben ser aprovechados al máximo. No se pueden ni se deben, desperdiciar. Además, rehúso educar… o rogar.
    
    −Ir muy lejos? ¿Me explicas por favor?
    
    −No me gustan las “aguas mansas”, por llamarlas así, durante el sexo. Las disfruto, pero desde el principio trato de ir más allá, de buscar experiencias máximas; lo hermoso de éstas, es que, en el futuro, van a llegar automáticas, pues mi eventual pareja ya las habrá experimentado conmigo y seguramente, las habrá disfrutado al máximo. Ella no dudará en repetirlas.
    
    −Continúa por favor.
    
    −Llega el momento, en que cautelosamente, dejo las “aguas mansas”, y “solicito” mis preferencias, las que seguramente ya he discutido con ella. Sé que las aceptará.
    
    −Tus preferencias?
    
    −Sí, −dije−, para ser más específico, por ejemplo mi posición preferida, “La Favorita”.
    
    −Tu “Favorita”? ¿Cuál es? −replicó ella impacientemente.
    
    −Aquí debemos parar Irene.
    
    −Parar? ¿Por qué? No te entiendo, −exclamó ella.
    
    −Sencillamente, porque para continuar, debo entrar en “aguas borrascosas” y… tu eres sólo mi amiga.
    
    −Lo sé, pero deseo continuar escuchándote y no pretendo nada. Estamos sencillamente hablando… como amigos.
    
    −Está bien Irene, pero ten presente que no tenemos relación alguna, sólo amistad; pondré mi mente en blanco, tú has lo mismo; ...
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