1. Mi esposo y yo follando en una fiesta


    Fecha: 09/01/2022, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... tomara la decisión de escabullirse con este adorable jovencito cuando yo no estaba presente. Me di 20 minutos y volví al salón donde estábamos hablando. Se habían ido.
    
    Ya estaba yo poniéndome duro dentro de mis jeans. No pude verlos por ningún lado en ese lugar. Divisé una larga y sinuosa escalera de madera cerca del gran salón de la casa y me dirigí al segundo piso. Encontré un largo pasillo ancho con pesadas puertas de madera en ambos lados. Esta vieja casa es enorme, así que tenía que haber por lo menos diez dormitorios, sin contar el tercer piso. Seguí caminando por el pasillo entre volandas para no hacer ruidos y puse mis oídos a cada una de las puertas para escuchar cualquier cuchicheo. En mi cuarto intento, pude escuchar gemidos amortiguados, pero no sonaba como Marco. Lentamente abrí la puerta y me encontré en un pequeño cubículo con otra puerta de madera en la pared opuesta. Era una pieza de un metro cuadrado como máximo, una pequeña habitación cuadrada que tenía abrigos y un pequeño banco para sentarse y quitarse los zapatos. Pero el gemido fue más pronunciado desde aquí porque la puerta estaba rajada muy levemente. Cuando miré, no vi a Alfonso chupar a Marco. Alfonso estaba de espaldas sobre una gran cama con dosel, con los tobillos en las manos de Marco. Marco estaba de rodillas, bombeando lentamente en el culo de Alfonso. Alfonso estaba desnudo, pero Marco solo desabotonó su camisa de vestir.
    
    —Eres el chico con la polla más grande que he tenido, —dijo ...
    ... Alfonso con una sonrisa que no evitaba el fuerte gemido que soltó cuando Marco se deslizó profundamente dentro de él otra vez.
    
    —Mayor, ¿eh? Bueno, estás jodidamente apretado, —díjole devolviendo la sonrisa.
    
    Alfonso todavía se estaba acostumbrando al tamaño de Marco, porque de vez en cuando gemía más fuerte cuando Marco empujaba profundamente. Marco murmuraba por lo bajo:
    
    —¿Te gusta eso, eh...? ¿Cuánto tiempo has querido esta gran polla en tu culo que es tan puto y tan bueno?
    
    En poco tiempo, mis jeans estaban desabotonados, y yo estaba acariciando mi polla. A pesar de que estaban jodiendo en una cama enorme, aún se podía oír el colchón golpeando la gran cabecera de madera a medida que cada empuje se hacía más intenso. Los gemidos de Alfonso crecían en volumen, y Marco le recordaba que se callara. Después de unos minutos, Marco colocó a Alfonso en su regazo, y Alfonso instintivamente envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Marco.
    
    —Necesitas montar esta polla, —dijo Marco mientras besaba a Alfonso.
    
    Fue un beso largo y lento, lo que habitualmente reserva para mí, por eso yo estaba seguro que Marco estaba disfrutando reclamando el culo de este jovencito. Alfonso envolvió sus brazos alrededor del cuello de Marco y respondió besándolo. Fue entonces cuando se transformó de follar duro a sexo lento, deliberado, haciendo el amor en el límite. Las manos grandes de Marco ahuecaron fácilmente el culo de Alfonso mientras se balanceaba hacia adelante y hacia atrás en la ...
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