1. Reflexiones de una ninfómana


    Fecha: 08/01/2022, Categorías: Confesiones Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos

    ... diré.
    
    ¿Cuál es mi ideal de hombre? No sabría decir. Me gustan todos, pero siempre hay preferencias, está claro. Como he dicho, me decanto por los mayores, de treinta hacia arriba. En cuanto a las cualidades físicas, no soy muy exigente, aunque no le hago ascos a un adonis. Lo que sí que requiero es que sea un buen amante, de los que se preocupan por satisfacer a su pareja y no estén pensando en correrse cuanto antes, preocupándose únicamente por su placer. Me es indiferente que esté casado o no, pero si lo está, tiene que saber que esa noche es mío y a su mujer, ni mencionarla. Yo no creo en la fidelidad. Tarde o temprano se quebranta ese pacto y todos sienten la necesidad de estar con otro. La causa puede ser la monotonía, el morbo o el simple el hecho de desear a otro en un momento dado.
    
    Es posible que las creencias de alguien le obliguen a mantenerse fiel por sus condicionamientos religiosos, por respeto a su pareja o por cualquier otra causa moral, pero la realidad es que detrás de esos condicionantes hay un deseo por otras personas, al margen de la pareja, con lo cual, aunque solamente sea con los pensamientos, ya se está siendo infiel. Por lo tanto, me da igual que estén casados o no. Por mi experiencia sé que los casados se entregan más y son mejores amantes. Eso debe significar algo. Que lo piense cada uno.
    
    En el grupo de amigos de nuestras bacanales están todos casados y eso significa algo, pero al menos son liberales y reconocen la necesidad de cambiar y ...
    ... probar otras delicias. Comparten a sus parejas porque saben que humanamente es lo normal, puesto que la monogamia es un concepto cultural que no comparte nuestro instinto animal.
    
    Como ya he dicho, los casados son los mejores amantes. Por supuesto yo hablo desde mi propio criterio, el cual no significa que sea el correcto, es el mío y punto. La mayoría con los que he estado se entregan con todo lo que tienen para complacerme, y suelo repetir unas cuantas veces hasta que me canso. Ha habido algunos incluso que con tan solo una noche, hasta me han propuesto dejar a su esposa. ¿Qué significa eso? ¿Que soy muy buena? ¿Que su relación está en la cuerda floja? ¿O ambas cosas? No lo sé, pero en tal caso me jacto de ello porque están corroborando mi teoría.
    
    Por poner un ejemplo de un caso flagrante que me toca muy de cerca y viene a cuento de lo que estoy hablando. Es también una demostración de lo engorroso que puede llegar a resultar que una relación, aunque sea solamente sexual, se prolongue demasiado. A mí me generó un profundo desasosiego porque era una situación excesivamente complicada y difícil de gestionar. Un hecho que no busqué, pero que del que al fin y al cabo también soy culpable por involucrarme principalmente, pero también por no saber cortar a tiempo. Hablo de unos amigos de mis padres, de los de salir todas las semanas a cenar, de los que viajan juntos todos los veranos y de los que, cuando los hijos éramos críos nos quedábamos a dormir en una u otra casa como si ...