1. La inspección 2


    Fecha: 07/01/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: kenicho, Fuente: RelatosEróticos

    ... calentura. Ella era la única mujer entre 4 hombres.
    
    Luego de un rato, llega el momento de almorzar. Lo cual hace que la embarcación se detenga en una de las orillas reparadas del río.
    
    Entre risas y alguna anécdota almuerzan una rica comida hecha por el cocinero. Después de la sobremesa, Elizabeth se toma unos minutos de descanso en el camarote del capitán.
    
    Ella se recuesta y se toma una pequeña siesta, un ratito después, el capitán le lleva una cobija ya que hacía frío. Pidiendo disculpas por la interrupción, le da el abrigo. Entre dormida, le agradece y el capitán aprovecha a taparla.
    
    Muy atento, él le extiende la manta y naturalmente comienza a acariciar el contorno de su cuerpo arropandola. En su mente, el capitán estaba con ganas de poseerla y de disfrutar de esta mujer. De a poco y muy suavemente comenzó a acariciar su figura ya que estaba dormida. Con la yema de los dedos recorría su cuerpo por encima de la cobija, casi sin que ella se diera cuenta; posó sus manos en los pechos y en forma circular acariciaba ese par de tetas.
    
    De a poco bajo una de sus manos hasta la ingle de ella y por encima de la manta rozaba sus dedos una y otra vez.
    
    Su pene ya estaba que explotaba.
    
    Así estuvo unos minutos, hasta que se animó a más y metió la mano por debajo de la manta. Sus dedos comenzaron a buscar esa vagina, que recordaba cómo un rato antes, se le marcaba en la calza negra cuando estaba en la cubierta del timón.
    
    Los dedos comenzaron a frotar de arriba ...
    ... hacia abajo sobre la raya que formaba esa conchita. La calentura del capitán era tal que su frente comenzó a sudar.
    
    Con la otra mano apretaba su bulto uno y otra vez por encima de su pantalón. Tratando de satisfacer su erección.
    
    Elizabeth comienza a moverse y sentir esos roses en su vagina. Cómo estaba dormida imagino que esas sensaciones eran un sueño. Así que se relaja para seguir disfrutando...
    
    El capitán ve que ella se deja hacer, así que continua y se atreve a más. Con mucha destreza, logra meter su mano por debajo de la calza, comenzando a rozar sus dedos en los labios vaginales, que empezaba a empaparse de flujo de excitación.
    
    La respiración de Elizabeth comienza a agitarse, y a esbozar unos resoplidos de placer.
    
    Abre sus ojos, y con sorpresa se da cuenta que no estaba soñando, era el capitán haciéndole una paja tremenda.
    
    A esta altura ya estaba muy excitada así que se dejó llevar por el deseo y la excitación.
    
    Elizabeth se baja la calza y su tanga hasta liberarse de ellas y queda con su concha totalmente al descubierto. Termina por sacarse la remera térmica y su corpiño, dejando su escultural cuerpo totalmente desnudo.
    
    El capitán ya muy caliente, se abre la cremallera de su pantalón y saca su pene totalmente erecto. Con su mano se la agarra y con el movimiento típico de sube y baja, descubre su mástil rosado, brillante y húmedo de la excitación. El se para de lado del camastro a la altura del torso y la cara de Elizabeth, ofreciéndoselo...
    
    Sin ...
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