1. El esperma de mi primo


    Fecha: 31/12/2021, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    Voy a ir contando algunos recuerdos de mi juventud, cuando las cosas se hacen sin querer, pero ¡se hacen, joder! Yo tenía entonces 18 años, había ido a visitar a mi tía y darle algunas cosas que mi mamá me había dicho que le llevara. Recogí la caja, me la llevé, se la di a mi tía, ella en secreto me dio mi propina como hace siempre. Comí con ellos, mi tía, su esposo al que llamo tío y mi primo Santi. Después de comer me quedé un rato a ver la televisión, mientras mis tíos se preparaban para salir, no sabía exactamente donde ni pregunté.
    
    Mi primo Santi, un chico de 19 años que mide 1,80 m, de complexión delgada, antes de que se fueran sus padres, me preguntó si me gustaría pasar el fin de semana jugando con él, pensé en mi madre que es viuda y le dije que tendría que avisar en mi casa. Él mismo llamó y dijo:
    
    — Tía, he invitado a Juancho para que me acompañe este fin de semana que me quedo solo, ¿que te parece?
    
    Me pasó el móvil y me dijo mi madre:
    
    — Mira, Juanchito, no hay problema, había pensado que un día de estos tendría que ir a ver al abuelo, si tú te quedas ahí, yo estaré más tiempo con el abuelo y le pondré la casa en orden.
    
    — Besos, mamá, —fue mi escueta respuesta.
    
    Al rato, aparecieron mis tíos, con su maleta cada uno, se iban para tres días aprovechando un puente. Se alegraron de que hubiera aceptado la invitación de mi primo Santi. Mi tío me llevó aparte y sacando de su billetera me dio dos billetes de 50 euros, diciendo:
    
    — Esto es para ti, por ...
    ... si quieres tomar algo, pasear o ir a la discoteca; pero no digas nada y menos a Santi.
    
    Se fueron, salí a despedirlos en la puerta, mi primo ni salió, ayudé a poner las maletas, y mi tía me dio un millón de besos. Mi tío me mostraba que confiaba en mí.
    
    Me quedé muy tranquilo, sin nerviosismos. Cenamos los dos con lo que mi tía había dejado preparado y me fui a la televisión, mientras imprimo se fue a la habitación. Cuando me cansé de la televisión, me dirigí a la habitación de Santi, muy sigilosamente para no molestar, empujé la puerta porque estaba entreabierta. La puerta se abrió un poco y me asomé. Santi estaba acostado en su cama haciéndose una paja. Mi primer pensamiento fue el de salir y esperar en la sala de estar, pero sentí un hormigueo de curiosidad mientras miraba. Su polla parecía de unos 20 centímetros y sólida como una roca. Estaba tendido allí con los ojos cerrados mientras movía lentamente sus caderas arriba y abajo follando con el puño.
    
    Sentí que me empezaba a endurecer cuando él empezó a acariciarse más rápido. Vi como la polla de Santi empezó a palpitar y su cuerpo se convulsionó cuando la primera tanda de semen salió disparada. Voló unos 15 centímetros en el aire antes de caer sobre su estómago y su pecho seguido de varias tandas más. Me fui rápidamente a la sala de estar recordando lo que acabo de ver.
    
    Santi se limpió y salió, viendo que yo estaba en el sofá. Me preguntó cuánto tiempo había estado aquí y le dije que acababa de entrar hace unos ...
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