1. ¡Qué rico coge!


    Fecha: 30/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    Mientras nos encontrábamos desnudos en mi cama, yo besaba sus pies, pero al mismo tiempo me preguntaba ¿Por qué estamos aquí?, ¿Por qué no puedo dejarla?, y es que no era como que no tuviera más opciones sexuales, pero ya me había vuelto adicto a sus jugosos encantos.
    
    Estela tal vez pasaba por lo mismo ya que de ser todo prohibido y pasional, parecía ya algo formal y como no iba a serlo, prácticamente todos los fines de semana estábamos encamados, yo no veía a nadie y ella ya no se acordaba de su pareja, ¡éramos amantes!
    
    Honestamente eso no me importaría, el problema aquí es que ella estaba por casarse, ya vivía con su pareja, pero lo formalizaría a finales de ese año.
    
    Mi lengua recorría sus piernas, al llegar a sus ingles un pequeño gemido salía de ella, ¡uhm! pero que delicia era besar sus ingles, poco a poco llegaba a su vagina, húmeda y lista para ser devorada por mí, la abría con suavidad y lamia sus labios, mi lengua en forma de taco entraba suavemente hasta juguetear con su clítoris, mis manos acariciaban su abdomen y subían hasta apretar sus pezones duritos
    
    E: ¡Que rico, uhm!!!
    
    T: ¡Me encanta tu cuerpo!
    
    La puse pecho tierra y comencé a besarle su espalda mientras mis dedos jugaban su clítoris, mordía su cuello con suavidad, mi lengua saboreaba su espalda mientras mi mano húmeda por su excitación, entraba y salía de ella.
    
    Recorrí con mi lengua ese rico par de nalgas, que no eran mías, que prácticamente ya tenían dueño, pero aun así me daba la ...
    ... oportunidad de gozar.
    
    E: ¡Ah, penétrame ya!!
    
    T: ¿Corazón la deseas ya?
    
    E: ¡Sí! ¡Dámela!
    
    La acomodé en posición fetal o cucharita, comencé a penetrarla suavemente, ella mordía mi mano mientras yo apretando sus nalgas, comenzaba a moverme rápido, ella también se movía, movía la cintura mientras mis manos apretaban sus pechos, ¡dios! estaba loco por su cuerpo, su hermoso y apetecible cuerpo!, le levante la pierna y se la dejaba ir más a fondo.
    
    Acariciaba sus muslos, le apretaba los pezones, continuaba moviéndome rápido y suave al mismo tiempo, sus gemidos y precipitaciones me excitaban más, tenía que aprovechar antes de que no pudiera tocarla nuevamente.
    
    E: ¡Uhm! Tyson así, uhm!!
    
    T: ¡Coges riquísimo!!
    
    E: Tú también coges delicioso bebe, ¡me vuelves loca!
    
    Sin sacársela ella se puso a cabalgar invertidamente, yo acariciaba sus piernas y su espalda mientras veía como sus nalgas se movían en mi pelvis, ella cabalgaba de forma exquisita, me tomaba de la mano para agarrar más fuerza y moverse más y más, yo gozaba acariciándole el clítoris mientras ella gemía como perra en brama.
    
    E: Amor que duro estas!
    
    T: ¡Muévete! ¡así que rico!
    
    E: ¿te gusta?
    
    T: Me encanta, mueve tus nalguitas, muévete.
    
    La excitación estaba a tope sus movimientos cargaron mis bolas y comenzamos juntos a chorrearnos, mi leche llenaba su concha que escurría de placer.
    
    E: Ah!! que rico papi!
    
    T: ¡Nena!! ¡Uf!!
    
    Ella me acostó en la cama y me empezó a hacer un oral, me limpiaba ...
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