1. Sexo en la P27


    Fecha: 25/12/2021, Categorías: Sexo Oral Autor: Orpherius, Fuente: CuentoRelatos

    Me dice que no es por mí, que en realidad yo le transmito bastante confianza, pero que no puede arriesgarse a cometer ningún error. Le es imposible darme el nº de móvil. De modo que acordamos comunicarnos exclusivamente a través del correo electrónico. No es ningún problema. Es tan solo algo más lento. Podemos entendernos perfectamente.
    
    Pero sigo sin saber quién es, no he visto su cara, no he visto su cuerpo, al menos no por completo. Tengo una cita con una cuasi desconocida. Me dirijo en coche hacia el lugar del encuentro. La excitación es tremenda, los nervios me hacen sujetar el volante con más fuerza de lo habitual. Han pasado semanas desde que entré en contacto con ella.
    
    La conocí en un portal de contactos en internet. Nada más ingresar, me doy cuenta de que es un lugar diferente, la discreción es máxima. Apenas hay perfiles con fotos, nada de frases vulgares ni reclamos absurdos. Encuentro una nota común en la mayoría de los perfiles: se trata de mujeres comprometidas, casadas o con relaciones estables. Comienzo a excitarme. Mi mente morbosa me envía este mensaje directo: «Se palpa el deseo».
    
    Como un resorte que de repente queda liberado, mi imaginación se dispara y comienza a hacer elucubraciones. Pienso en mujeres atrapadas en un matrimonio aburrido, monótono, quizás compartiendo su cama con un marido igual de aburrido, viviendo una vida sin chispa cargada de responsabilidades: hijos, compromisos sociales, trabajo, facturas, viajes programados... Un futuro ...
    ... plano, descorazonador.
    
    Las imagino buscando una salida, escabulléndose furtivamente por la puerta de atrás de su matrimonio y accediendo a los recovecos excitantes de la red, sintiendo la punzada morbosa de lo prohibido, de lo desconocido, buscando nuevas fuentes de excitación, de algo que las haga sentir de nuevo: un flirteo, una noche de pasión, un romance clandestino... un hombre.
    
    En su perfil tampoco había foto, ni datos personales, más allá de su edad (32), su color de ojos (verdes), su estatura (1'68) y su complexión física (unos kilos de más). En el motor de búsqueda, había escogido la opción «Busco hombres para relaciones sexuales sin compromiso». Estado civil: casada, con hijos. Mi excitación crecía por momentos. ¿Por qué la escogí a ella? No lo sé.
    
    Durante las pocas semanas que me paseaba por el portal web, comprendí que podía haber «usuarios reclamo», perfiles falsos preparados por los administradores para captar la atención de los hombres e inducirles así a gastar sus créditos. De hecho, me llegaban algunos mensajes, pero mi intuición me decía que había algo extraño en ellos, que eran demasiado desenfadados, demasiado directos. No se correspondían con el tono de discreción que emanaba de la página. Tuve que olvidarme de responder a esos mensajes. Escogí perfiles sencillos, claros, nada ostentosos, como el suyo.
    
    Pero debía andarme con cuidado. Antes de contactar con nadie, tuve que reflexionar acerca de cómo debía mostrarme yo. No me convenía ser un ...
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