1. La humillación de Lucía (I)


    Fecha: 25/12/2021, Categorías: No Consentido Autor: Dulce Adicción, Fuente: CuentoRelatos

    Todo había empezado hace una semana atrás, en Buenos Aires, Argentina los días están siendo bastantes lluviosos cosa que a Pablo, no le gustaba mucho y menos si su hija Lucía, salía a algún encuentro con su grupo de amigos. Era un martes donde el diluvio no cesaba y su hija, esperaba impaciente un taxi que la llevara a la casa de la amiga.
    
    Lucía tenía 18 años, contaba con un cuerpo voluptuoso, tenía unas curvas completamente tentadoras, unas tetas grandes, y un culo de encanto. Que todo lo acompañaba con 1,67 de altura que le iba muy bien. Hoy para su salida, vestía un jean negro que se adaptaba a cada parte de sus piernas y le resaltaba el trasero, una camisa semi transparente blanca que hacía notar su soutien rojo fuego y unos tacos combinando con aquel corpiño.
    
    Pablo se acercaba al living en el momento que vio a Lucía abriendo la puerta para irse.
    
    - ¿Dónde vas con el día así? - Exclamó el padre un tanto enojado.
    
    - Con unas amigas. -La chica cerró la puerta de golpe dejándolo a su padre con la palabra en la boca.
    
    A pesar de la edad de su hija, Pablo era muy conservado y estructurado. El lema de él era que quien viva bajo su techo, sigue sus reglas. Y Lucía no era de seguir muchas reglas. Pablo quedó con un enojo interno por no haberla podido frenar, no le gustaba que salga con tanta tormenta y encima sin saber dónde estaría. Más bien, los celos se apoderaban de él cada vez que su niña salía vaya a saber con qué pendejo.
    
    Para sus 50 años y su 1,90 de ...
    ... altura no estaba nada mal. Contaba con un cuerpo de un hombre qué pasó buena parte de su vida en el gimnasio, más después de haberse separado de la madre de su única hija. Tenía una barriga apenas marcada, tenía el pelo con un corte moderno y esos ojos marrones que tenía encantada a más de una amiga de su hija.
    
    Pablo fue directo al sofá, se sentó con su computadora a hacer cosas del trabajo, pero entre enojos y truenos no logró concentrarse por pensar donde andaba su niña así que tomó el teléfono para llamarla pero fue en vano, no atendía. Intentando controlar el enojo y sabiendo que así no iba a poder trabajar, tomó la pequeña botella de cerveza que había traído anteriormente y le dio dos sorbos para prender la pc y buscar algún video porno que le calme la calentura que traía. Buscó pero no lograba sacarse a Lucía de la cabeza, no sabía si era él el problema o el alcohol que estaba haciendo estragos. Encontró una del verano pasado en la playa, ella estaba en su bikini rosa favorito, de espaldas a la cámara y con la vista hacia el mar. Observaba cada parte de su cuerpo mientras llevaba su mano a su pija imaginando que cosas le haría. No tardó tanto, su hija lo calentaba a más no poder y en no más de tres minutos, descargó una cantidad de semen que fue a parar a la alfombra.
    
    Habían pasado unas tres horas, Pablo se había quedado dormido en el sofá y se sobresaltó al sentir la puerta que se abría despacio. Lucía en puntas de pie intentaba pasar, mojada por la tormenta que no ...
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