1. Camila


    Fecha: 15/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Camila nerviosa entra al motel donde vivía con Gadriel, Nota una nota encima del pequeño sofá que muchas noches fue testigo del amor que ardía cada vez que sus cuerpos se unían para liberar todas las pasiones y malestares. Coge la nota con sus temblorosas manos y con el rostro bañado en lágrimas intenta leerla, pero no puede, teme que sea una nota de suicidio. Gadriel era un buen hombre, no se merecía lo que le hizo. Seguramente no volvería a ser el mismo que ayudaba a Don Jerardo en la librería y besaba a Camila por las noches susurrándole que todo marcharía bien. Toma valor y se sienta en el sofá para leerla. No es una carta de suicidio, es peor. La nota anuncia que el cuerpo de Gadriel sigue en vida, pero dentro de él algo murió, algo vital que no tiene intercambio y que jamás lo tendrá.
    
    -"... Sus falsos rostros ya más nunca volverán a contaminar el mar que creen sobrevolar, toda agua en que se posa acaba siendo residual, esa sucia mariposa llamada sociedad. Tal vez muera dentro de poco, pero no quiero que falsos amigos me den visitas, no quiero funeral, ni flores, ni falsos dolores; No quiero lúgubres citas, ni curas, ni celebraciones benditas. Quiero que me incineren y mis cenizas las esparzan en la tumba del hombre que va a sufrir mi venganza. Su tumba va a estar en su lugar favorito, donde nació. En la ciudad de Florencia, al noreste, en el monte Ceceri, va a estar escrito en su epitafio "Aquí yace Andreas "Dannato" Corelli. El peor pero más sabio padre, que a su ...
    ... hijo enseñó que no hay que confiar ni en su propio padre."." -con eso terminó la nota de Gadriel, pero para entenderla tenemos que saber su versión de los hechos...
    
    Gadriel.
    
    Después de mi misión en la casa del alcalde Rodolfo mi padre me tuvo trabajando en Happyland como torturador, adopté el apodo de "SAINT LAURENT" y utilizaba la máscara que usaban los médicos en los años de la peste negra. Ahí conocí a otros empleados del lugar, todos me caían mal, exceptuando Samantha. Samantha y yo hicimos una relación un tanto cercana, ella me apoyaba en todo lo que necesitase y en esas noches de dolor (porque ser torturador no era fácil) me acogía en su seno. No sé si lo hacía por ordenes de mi padre o porque quería, pero era de suma ayuda. Todas las noches ella me escuchaba hablar sobre mi razón de estar ahí, Camila. Le decía cuanto la amaba y ella solo respondía con una triste mirada.
    
    Ese lugar era un infierno por voluntad. Todas las personas eran depravadas que buscaban en el dolor y el sufrimiento, placer. Samantha decía siempre que esas personas fuera de ese recinto eran importantes, eran gente trabajadora y visionaria, pero desgraciadamente nacieron con "apetitos sexualmente especiales". Me causaba curiosidad saber como eran fuera de ese lugar, y en la fiesta que organizaba mi padre lo iba a saber. Se suponía que era una fiesta de celebración por el negocio con el alcalde, y ya que ese negocio beneficiaba a todos los clientes de Happyland, solo iban a ser invitados ellos y ...
«1234...10»