1. Mi amiga


    Fecha: 15/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Hola. Me llamo David y soy de Barcelona. Tengo 36 años y si me he describir os he de decir que soy un chico de lo más normal. Ni guapo ni feo, ni gordo ni flaco, y bajito (1,60). Quien espere leer un relato con un pedazo de tío como protagonista, que deje de leer. No soy así. ¡Ah! Y debo ser el único bicho raro que tiene una polla normal, ya que si uno lee relatos todos tienen (o tenéis) unos pollones increíbles…
    
    Bueno, al lío. Estoy casado desde hace 5 años, pero aunque la quiero con locura lo cierto es que en la cama podría ser mucho mejor. Es muy clásica, diría que vergonzosa, sin demasiadas ganas de probar cosas nuevas… y yo en cambio soy lo contrario. No soy un hacha, pero soy de los que piensan que en el sexo no ha de haber límites dentro del respeto y de lo que sea consensúe con la pareja. Y me encanta probar nuevas cosas, tener nuevas experiencias. Y ya que con ella no puedo, pues eso me lleva a buscar este “plus” fuera de mi pareja. ¿Si me siento mal por ello?. No. Mi manera de pensar es que el sexo, aunque importante, es un accesorio del amor, y mientras no se haga daño a la persona, uno ha de ser libre de hacer lo que quiera (ojos que no ven…). Puede parecer una forma de pensar egoísta, pero lo que no voy a hacer es dejar de disfrutar cuanto pueda de algo que me gusta tanto como el sexo.
    
    Hecha esta pequeña introducción paso a explicaros mi aventura con una vieja amiga. Y los hechos son reales. No voi a inventar. Me gusta la realidad, e imaginar relatos y ...
    ... hacerlos propios… pues no le veo al gracia la verdad…
    
    Hace años estuve liado (saliendo sería incierto) con Diana, una chica 3 años menor que yo. Y con ella os aseguro que tuve los mejores polvos de mi vida. Fogosa, caliente, sin límites y una auténtica diosa en la cama. Sabe moverse, sabe chuparla, sabe qué decir y cómo… una diosa, como os digo.
    
    Tras unos meses liados lo dejamos estar, ya que la cosa podía ir a más y yo no me veía con ella como pareja, y seguimos como amigos. Además, yo conocí a mi actual novia, y ella empezó a salir con otra chica. Sí, otra chica…
    
    Pero nos seguíamos viendo, quedando de vez en cuando, y lo cierto es que Diana siempre me ha puesto, así que nunca dejaba de intentar liarme con ella. Pero imposible, entre que ella estaba con pareja, y que le sabía mal que yo pusiera los cuernos a mi chica, lo más que conseguía eran cuatro besos. Sin más.
    
    Hasta hace unas semanas. Ella había cortado con su novia, y eso me daba más oportunidades. Efectivamente, quedamos una mañana, como siempre en su casa, y nos sentamos en el sofá a charlar y fumar unos porros.
    
    No me preguntéis de qué hablamos… ni idea, sólo sé que como siempre, yo estaba acariciandola y acercándome mucho a ella, tratando de buscarla, y cómo siempre (o eso parecía), sin éxito. Pero esta vez fue diferente.
    
    No sé bien cómo acabó recostada conmigo pasándole el brazo por detrás mientras con mi otra mano acariciaba su tripita. Sin meter mano, pero con la mayor insinuación que yo podía. Mi ...
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