1. El día que la gata Sonia me desvirgó (Final)


    Fecha: 09/12/2021, Categorías: Primera Vez Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... alguna o algunas en algún sueño húmedo, pero que no asociaba a esos términos que la gata Sonia hablaba. No le cabía más que la mitad en su boca y podía ver a Sonia produciendo mucha saliva y como caía en el piso de cemento de la pequeña bodega que debía estar a unos 100 grados Fahrenheit, pero debido a nuestras emociones no sentíamos. Creo que ella intuía que me venía por lo tenso que se ponía mi cuerpo y me sacaba de aquella avenida deliciosa cuando paraba por segundos y me lo preguntaba. Ya segura que me venía, ella hizo una pausa y fue cuando me lo propuso cuando yo me moría de la desesperación de liberar todo eso que sentía en mí. Pero creo que valió la pena y Sonia me daba otra sorpresa sexual de la cual tampoco había nunca conceptualizado. Ella se levantó del sillón y se puso en cuatro apoyándose contra el espaldar de este y me dijo:
    
    - Tony, ven… lo vamos hacer, pero me la vas a meter por detrás pues yo no quiero salir embarazada. ¿Sabes dónde verdad?
    
    - Dime… ¡No te entiendo!
    
    - Ven… acércate a mi y no me la vayas a meter abajo por descuido.
    
    Sonia con una mano me había tomado el pene y apuntaba mi glande a su ano. Podía ver algunos pequeños finos vellos en su ojete y como este se contraía. Mi verga producía tanto liquido pre seminal que no necesitábamos más lubricante. Ella se lo embarró deslizando mi verga por sus nalgas y empujaba la cabeza de mi verga hacia su ano. No sé cuánto tiempo estuvimos intentándolo y todo aquello me tenía tan excitado pues me ...
    ... apretaba la cabeza de la verga con sus pequeñas manos y me la restregaba con su rico culo. Con los minutos me atrapó la verga con el anillo de su ojete y no tuve que hacer mucho más esfuerzos cuando mis piernas se debilitaron y un torrente eléctrico subió y bajo y volvió a subir por todo mi cuerpo. No entendía lo que sentía ni lo que estaba sucediendo en mi cuerpo, pero por instinto de reproducción, me amarré de sus caderas elevadas y la embestí enterrando el resto de mi verga en su culo y Sonia solamente gritó. Ya era muy tarde, ella ya no podía hacer nada por más que quisiese pues mis fuerzas no se comparan a esta pequeña mujer y se aguantó las continuas embestidas hasta que descargué un manantial de semen que me sorprendió al ver como emana de su rico culo cuando mi verga llegaba a su estado pasivo de nuevo. Era tan ingenuo que no sabía que era yo quien se lo había inyectado y por primera vez veo mi propio esperma con ese olor extraño, algo parecido al cloro.
    
    - ¡Me duele! -me dijo.
    
    - ¡Lo siento! No pensé que te dolería. -le he dicho.
    
    Nos vestimos lo más rápido como pudimos como si alguien nos apresurara. Dimos un vistazo al salir y constatar que no había nadie alrededor y Sonia entró a su casa y yo me fui a la mía. Mi hermana me vio entrar y no sé sí olio el aroma que llevaba pues me la encontré en el pasillo que daba a la puerta. Me fui a bañar pensando en todo eso que acaba de ocurrir y todavía mi verga producía más líquido seminal. A los minutos mi hermana me toca ...
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