1. Con su blanca palidez


    Fecha: 09/12/2021, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... le había querido todo el tiempo, a su manera. ¿Y él? La ambivalencia que había sentido siempre por el amo Tembo se agudizó. Afecto, temor, rencor, ternura y admiración se mezclaban de tal modo que ni él mismo sabía lo que de verdad sentía cuando le sonreía como el amo esperaba que lo hiciera.
    
    El sexo fue escaso pero intenso, en esos días. Convivir, mostrarse como un hombre, también con sus momentos bajos, y no sólo como el amo siempre dominante, humanizó a Tembo, que empezó a tratarle casi como un amante, no como un objeto. Ya no le poseía como cuando estaba en el harén; casi le hacía el amor, como él con Andriy…
    
    Éste le había preguntado una vez si le gustaba que el amo le poseyera, y había tenido que confesarle que al principio, no; pero que conforme había ido creciendo se había ido acostumbrando y que ahora casi siempre se excitaba y lo disfrutaba. No como cuando estaban ellos juntos, pero lo disfrutaba. “Entonces eres ‘una mujercita’, como yo; no un hombre. A los hombres le gusta hacerlo con mujeres, y a las ‘mujercitas’ les gusta con otros hombres”. “Entonces, ¿el amo Tembo es una ‘mujercita’, también?”. “No, él es cuenta aparte; él es tan macho que no tiene bastante con las hembras… Hay ‘mujercitas’ como tú, y las hay como yo; pero en el fondo es lo mismo. Y tú, que disfrutas de las dos formas, lo eres incluso más que yo…”.
    
    Así que Kalu aceptó lo que era, porque de algo estaba seguro: le gustaba Andriy… con locura. Incluso muchas veces disfrutaba con el amo. ...
    ... Por tanto, asumió que era ‘una mujercita’ y que le gustaban los chicos, no las chicas.
    
    No tenía ni idea de sexo con mujeres y se preguntó inquieto qué pasaría con su nueva ama… “Si ella quería algo, lo tomaría —se dijo—. Es lo que hacen los amos”… Pero sentía que no iba a ser capaz de satisfacerla y no quería despertar su ira; aunque, por lo sucedido con su pantalón, no parecía tener mucho interés en él. No pudo evitar sentirse aliviado de su desinterés… Según la imagen que de ellas le había transmitido el amo Tembo, quizás no había sido una buena idea adoptar a una mujer como ama, pero tampoco había mucho donde elegir, y ella tenía comida…
    
    Por fin llegaron al río. Le había parecido más profundo cuando él lo cruzó, pero debió ser en otro punto. El ama se descalzó y entró en el agua, así que él la imitó. Por su cuenta, se despojó de la camiseta del secuaz del gordito, que le venía pequeña. La chica salió del agua y se quitó los pantalones, para volver al río y sentarse en la corriente. Ella llevaba bragas, pero él no llevaba nada, y ella lo sabía… Salió del agua y se quitó el pantalón, sin tener claro si era eso lo que el ama esperaba, y volvió al río dándole la espalda. Se sentó y se volvió a mirarla y comprobar si había acertado. Por su expresión, dedujo que no, pero que se lo perdonaba.
    
    Ella salió otra vez, cogió un frasco de su bolsa y volvió al agua, sentándose muy cerca de él. Tras unos momentos de incertidumbre, se despojó de la prenda que le cubría el pecho, y ...
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