1. Mi primera fantasía erótica. El encanto de un atleta


    Fecha: 08/12/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Solange74, Fuente: CuentoRelatos

    Él hace su rutina de entrenamiento frente a un espejo que ocupa un área de 50 metros cuadrados. Como otros padres soy la espectadora del entrenamiento de mis hijos en artes marciales. El espacio es lo suficientemente grande para que tres grupos compartan el lugar.
    
    Sentada al fondo del salón, observó el reflejo del espejo sin poder evitar que mi mirada se encuentre con esos ojos vivaces, enmarcados en unas enormes pestañas. Su figura definida por el arduo entrenamiento de años es muy llamativa, atlético en la medida perfecta, con una estructura abdominal envidiable.
    
    Reconozco que nunca he visto un cuerpo similar tan cerca, es inevitable que me sienta atraída. Soy casada, y es condenable por la sociedad que una mujer se excite frente a otro hombre que no sea su pareja, o así fui educada. Nunca me he considerado una puta, pero los hombres disfrutan colocando esa etiqueta, muchas veces de forma despectiva e hiriente.
    
    No puedo evitar dejar de mirarlo, y mientras tanto tengo una pelea en mi interior con todo lo que soy, frente a lo que quiero poseer en este momento. Solo con mirarlo siento una excitación que va creciendo en mi vagina. Empieza a moverse, ya los ejercicios de Kegel se activan solos, nadie de la sala sabe que estoy haciéndolos, y es que deseo correrme mirándole.
    
    Ya mi pecho quiere rozar su espalda suavemente, mi figura con agraciadas curvas, y con el suficiente tamaño para llamar la atención están allí esperando que este hombre que me mira con picardía ...
    ... quiera hacer lo mismo.
    
    El Sensei me llama, rompe el trance en que me encuentro, lo lamento tanto, y a la vez me hace sentir avergonzada. Me pide que tome nota de la próxima competencia y que actualice los datos en la oficina de administración.
    
    Un poco nerviosa por mi caminar incomodo, salgo del salón y me dirijo al lugar. Allí no hay quien atienda, sin embargo, el espacio es agradable; el clima es templado; y la colección de trofeos y fotos están ordenados para exaltar la labor del equipo. Fascinante encontrar en las vitrinas los reportes de prensa deportiva donde hablan de este hombre que me cautiva, la respiración vuelve a acelerarse, y conecto con el deseo que había interrumpido.
    
    El sonido de la puerta al abrirse me advierte que hay alguien entrando, la brisa cálida y el olor de sudor me hace voltear, allí se encuentra él. Parado muy cerca, con el karategi resplandeciente, aunque su chaqueta entreabierta deja ver la estupenda contextura. Mis ojos son un claro reflejo de mis pensamientos libidinosos.
    
    -¿Te han atendido? –pregunta con una sonrisa pícara.
    
    Mi cara sumida en un rubor ridículamente caliente, deja ver todas mis intenciones, ya mi cuerpo al confrontar la cercanía se agita y tiene la intención de sujetar y tomar ese cuerpo. Un poco torpe atino a responder –no, aún espero. Aunque no es un inconveniente, la vista en esta oficina es estimulante. – ¿Qué haces? Grita mi interior, bajo la mirada, y sacudo la cabeza mostrándole claramente que estoy en mi lucha ...
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