1. Me cogí a su mamá


    Fecha: 05/12/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ¿Cómo están? Hoy les voy a contar cuando me cogí a una señora de casi 60 años, pero no crean que es una mujer ya viejita, que con trabajos se puede mantener de pie, al contrario, no parece tener su edad. Es apiñonada, tiene unas piernas torneadas que le gusta lucir con medias, tiene unos pechos grandes, casi como melones, además tiene nalgas no grandes pero si paraditas. Tiene 2 hijas y 3 nietas. Es la matriarca de una camada de mujeres hermosas y yo creo, y estoy seguro, que varios hombres desearían un palito con ella. Su nombre es Sandra.
    
    Esto pasó en diciembre del 2017, ese día fui a buscar a su hija, ya que tenía que darle unas cosas, ella salió y me dijo que no estaba y que si gustaba me pasara a esperarla.
    
    Yo tenía toda la confianza de ellos, así que entré, pero no pasó desapercibida para mí, ese día traía una faldita gris entallada que marcaba muy rico sus nalgas, unas medias color carne, una blusa blanca con un buen escote se veía riquísima, yo pase y me estaba dando mi tacote de ojo ya que mientras yo estaba sentado, ella me platicaba y movía cosas de su sala por lo que se empinaba y dejaba ver sus piernas, yo no podía dejar de mirarla y disfrutar el show, ella se sentó y en eso recibió una llamada, era su hija, le avisó que llegaría casi a la madrugada.
    
    S: Era ella, ¡que va a llegar hasta la madrugada...!
    
    L: ¡No me diga! mmm pues que le hacemos!
    
    S: Oye porque no te tomas una copita conmigo, ¡para que no te vayas sin nada!
    
    L: Ok, ¡le acepto la ...
    ... copita!
    
    A ella le encanta el ron, así que tomamos una copa de ron y empezamos a platicar, la plática era buena que sin darnos cuenta ya llevábamos media botella y un par de horas, poco a poco los temas de la plática fueron subiendo de tono, hasta que empezó a contarme sus broncas con su marido, que ya no sentía igual, que ella quería hacer el amor y él se dormía, que ya se sentía acabada, que no se sentía a gusto.
    
    Yo la consolaba y le daba ánimo, ella me sonrió y me dijo que sería lindo un hombre como yo para ella, lo tome como comentario y seguimos con las copas, en eso ella poco a poco comenzó a seducirme, me acariciaba con sus hermosos pies por debajo de la mesa, también me acariciaba los brazos y se me acostaba en el hombro, yo no desaproveche y acariciaba sus piernas que siempre me han gustado, en eso ella me dijo que subiría a mover unas cosas, que no tardaba.
    
    Yo estaba en la sala cuando me grito, yo subí a ver qué pasaba y para mi sorpresa la encontré con un leotardo negro escotado, sus medias con su ligero y música de George Michael, ¡dios me quedé anonadado!
    
    S: ¡Que pasa porque te quedas ahí!
    
    L: ¡Pero que hace señora!! ¿por qué esta vestida así?
    
    S: Pues me di cuenta que no quiero amargarme y tú me gustas, ¿así que no quieres aprovecharte de mí?
    
    L: Pero usted es mama de mi amiga, ¡no creo que sea correcto!
    
    S: no te preocupes, yo no le voy a decir y ¿tú?
    
    En cuanto me dijo eso todas las dudas se me quitaron y me lance hacia ella, comencé a besarla ...
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