1. Sacando las ganas


    Fecha: 03/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Ella sabía que no debía estar ahí, que no tenía que tomar ese avión; que ella tenía una vida resuelta y un compañero de vida, él mucho más, una familia esperando. Pero la rutina y falta de interés la arrojaban a sus brazos. A su lado todo se incendiaba con solo una mirada, un roce o un suspiro, bastaba para despertar en ella la pasión que creía dormida dentro de su cuerpo.
    
    También sabía que no debía toca la puerta de aquella habitación, que debía dar la media vuelta y continuar con su vida, pero, - ¡Dios, cuanto lo deseaba!- Y contra eso no pudo hacer nada.
    
    En el momento en que esa puerta se abrió, sintió las pulsaciones de su corazón en cada una de las partes de su cuerpo. No hizo falta un saludo o una explicación. Sus labios eran mucha más rápidos, se abalanzaron uno en busca del otro y se comieron a besos, con pasión y desesperación. Lo hicieron como tantas veces lo insinuaron con sus Miradas. No faltaron las palabras para que él supiera acariciar el lugar exacto donde ella lo deseaba. Detrás de ella cerró la puerta y tiro de él hasta la
    
    cama, lo dejo hay sentado frente a ella y mirándolo fijo a los ojos comenzó a desvestirse. Primero desabrocho su blusa lentamente, botón por botón, abriendo una brecha en su pecho donde él quemaba con su mirada. Sus caderas se movían por si solas al ver el brillo en sus ojos. Ella lo miro fijamente y dejo que su manos se movieran por si sola alrededor de su cuerpo, y al mirarlo pudo ver sus labios hinchados del ataque de besos que ...
    ... había sufrido con su llegada y las mordeduras que la escena le provocaba.
    
    Al terminar con el último botón de su blusa la deslizo lentamente por sus brazos y la tiro a un lado, el intento tomarla de los brazos, pero, no se lo iba a permitir aún, ella quería disfrutar un momento más del fuego que reflejaba su mirada. Aun cuando su entrepierna lo necesitara con urgencia.
    
    Quería disfrutar del fuego de su mirada que tantas veces la había desnudado en su mente. Dentro de todas las sensaciones que tenía en ese momento. El calor en sus pechos le estaban pidiendo a gritos que los liberará, así que se giró un poco y le dio la espalda, bajo lentamente cada tirante de su brasier y con ambas manos lo desabrocho, en ese momento comenzó a sentir sus tibias manos en la espalda lo que la estremeció como nunca. Al sentir el roce en sus pezones era tal el
    
    placer que no pudo contener el gemido y la respiración agitada. Al dar la media vuelta se quedó a horcajadas sobre sus piernas, en ese mismísimo momento sintió la presión de su pene contra su húmeda entrepierna.
    
    De algo estaban seguros, ambos sentían al mimo deseo por el otro.
    
    Ambos comenzaron a devorarse a besos, ella comenzó a desabrochar su camisa y recorrer su cuerpo con la yema de sus manos. Necesitaba sentir el roce de su cuerpo. Cada vez que sus manos le tocaban sus pechos su respiración se entrecortaba y su espalda se arqueaba de forma natural para deja todo a disposición de él; para que tomara y besara lo que quisiera. ...
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