1. Vuelta a Desire, parte 1.


    Fecha: 03/12/2021, Categorías: Intercambios Autor: gaviao, Fuente: RelatosEróticos

    ... mismo asunto y más de una vez tuvimos roces con ellos –accidentales o con intención, ¿quién podría decirlo?- y la sensación nos gustó.
    
    Volteo a mi derecha y me encuentro con que mi vecino no está viendo a su mujer, sino a ti.
    
    Sientes su mirada y también lo ves, mientras aceleras y profundizas tu felación.
    
    Él se muerde los labios sin dejar de mirarte.
    
    ¡Siento que voy a estallar!
    
    Te devoras mi pito y con tu lengua lo presionas desde abajo.
    
    Tiemblo y tengo un orgasmo seco que casi me nubla la vista.
    
    Lo sientes y te retiras poco a poco.
    
    Mi erección sigue al cien por ciento y lo único que mi embotado cerebro quiere hacer ahora es tenderte boca arriba y meterte toda mi virilidad en la vagina, que adivino húmeda y palpitante.
    
    En la cena tuvimos una plática divertida como muchas de las que solemos tener.
    
    Fue una pausa a este ambiente cargado de erotismo en el que estamos inmersos; demostración de que somos tan buenos amigos como apasionados amantes.
    
    Y al final de ella, el infaltable café, esa bebida que nos unió desde antes de nuestro primer encuentro romántico.
    
    Te pido que te levantes y que te subas conmigo a la cama. Yo me acuesto con los pies hacia la pared
    
    y la cabeza hacia el borde, no muy cerca de éste.
    
    Te montas a horcajadas sobre mi cara y acercas tu vulva a mi boca, como aquella primera vez de San Gil que tanto te sorprendió y gustó. Tu vagina escurre y tu clítoris salta de su delicado capuchón.
    
    Me demoro un poco, con toda la ...
    ... intención de excitarte aún más.
    
    Al fin, empiezo con leves roces con la punta de mi lengua mientras mis manos –en contraste- aprisionan con fuerza tus nalgas.
    
    Te pido que me sientas, pero que al mismo tiempo mires hacia todos lados y disfrutes.
    
    Tu primer orgasmo llega en un minuto.
    
    Podría retirarme, pero presiento que ligarás otro mucho más intenso y eso es algo que simplemente me fascina.
    
    No me equivoco y cuando tus gritos están al máximo, te palmeo con fuerza un par de veces en la nalga.
    
    Poco a poco te levantas y yo me incorporo, recuperando mi campo visual.
    
    Me sorprende ver que la pareja vecina está paralela a nosotros, en la misma posición que teníamos hace un instante.
    
    Una vez más, has derrumbado mi reiterada afirmación “no me gusta bailar”.
    
    Antes de subir a la disco, nos hemos fundido el uno en el otro en la pista de baile, al ritmo del grupo de esta noche.
    
    Este bailar abrazados, fajar, besarnos, reír y manosearnos lascivamente derrumba todos mis absurdos prejuicios.
    
    Nunca has siquiera mencionado mi falta de ritmo e intentas adaptarte a mis torpes pasos.
    
    ¡Disfrutamos!
    
    Quiero llevar mi boca empapada hasta la tuya y fundirnos en un beso con sabor a ambos.
    
    Cuando hacemos una pausa, me cuentas que la mujer y tú estallaron al mismo tiempo, tomadas de la mano.
    
    “Fue algo espontáneo, natural” me explicas; y agregas: “¡me encantó!”.
    
    Como si no hubiésemos quedado suficientemente excitados después del baile-faje en la terraza, poco ...