1. Juegos sexuales con mi novia Liz (Parte 1)


    Fecha: 01/12/2021, Categorías: Intercambios Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos

    Mi linda novia hundía toda mi verga hasta su garganta, viéndome fijamente con cara de lujuria y dejándome eyacular dentro de su garganta, mientras hacía caras de asco y sentí su garganta moviéndose tragando mi espesa corrida, yo estaba en el paraíso gimiendo y disfrutando como loco.
    
    Liz: 10 minutos y 22 segundos jajaja te lo dije, menos de quince minutos otra vez jajaja – decía triunfal revisando su celular y parando el cronómetro – y eso que lo paré hasta después de tragarme tus asquerosos mecos – decía riendo poniéndose de pie y besándome morbosamente
    
    Yo: te encanta tragarte mis asquerosos mecos – le dije sonriendo
    
    Liz: saben de la chingada, más bien me encanta ponerte así de cachondote – decía con seguridad y se separaba de mi para ir al lavabo.
    
    Ella se enjuagaba la boca y yo admiraba su lindo cuerpo delgado mientras me daba la espalda, su piel aperlada, su diminuta cintura, ella solo llevaba el brassier y esos shorts rojos de licra que aún no había tenido la suerte de poder quitarle nunca, su lindo y pequeño culito redondo y firme lucia increíble, no era una β€œnalgona” o algo así, pero me encantaban sus preciosas nalguitas redondas y respingadas.
    
    Liz: ya soy una experta chupando verga – decía orgullosa cómicamente y ambos reíamos, mientras se sentaba a lado mío en la cama
    
    Yo: eres una experta chupando MI verga – dije acotando, aun riendo, ella se encogía de hombros
    
    Liz: pues es igual – decía con seguridad
    
    Teníamos 18 años hace apenas algunos ...
    ... meses, llevábamos juntos un año y medio, estábamos en el último año de preparatoria, no teníamos experiencia sexual previa, ambos éramos demasiado ingenuos.
    
    Yo: no, todos tienen sus gustos diferentes, a mi porque ya me conoces – dije dándomelas de conocedor, pero como dije, era igual de inexperto que ella
    
    Liz: a lo mejor ya cogiendo como tal – decía diferenciando el oral de la penetración – pero estoy segura que podría hacer que cualquier wey se eyacule en menos de 15 minutos – decía con firmeza y riendo.
    
    Yo reí nervioso, de pronto tuve una lujuriosa epifanía imaginándola hacerle eso a otro, jamás me había sucedido, la imagen me perturbaba, yo era algo celoso y jamás me atreví a imaginar semejante cosa tan horrible, mucho menos pensar en disfrutarlo.
    
    Yo: te reto – le dije cómicamente, ella reía histérica.
    
    β€œTe reto” era algo constante entre nosotros, ¿Tirarle su taza a la teacher Mariana? Te reto, ¿Decirle a Andrea que ese tinte rojo se le veía espantoso? Te reto, ¿Esconder la mochila del tarado de Luis? Te reto. Era un juego tonto que hacíamos, siempre acompañado de una pequeña recompensa, como una apuesta rápida y tonta, nunca en el ámbito sexual, menos con alguien más.
    
    Yo: ¿Qué? – expresé sarcásticamente mientras ella se doblaba de la risa – te reto, a ver – dije también riendo
    
    Liz: te ganaría sin pedos – decía con seguridad y buscaba su blusa, ella parecía no picar el anzuelo, yo estaba nervioso
    
    Yo: una ida al cine – dije riendo, cuando hacíamos un β€œte ...
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