1. Tercera confusión


    Fecha: 01/12/2021, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... quedó paralizada por el estimulo.
    
    La voltearon y abrieron sus nalgas.
    
    -que bonito agujero, pero aún esta agrandado, eso junto a lo raro que caminabas esos días... – decía Carolina.
    
    Julia estaba aterrada por lo que iba a decir su amiga.
    
    -chicas, nuestra compañera no es virgen del culo.
    
    Las reacciones fueron dispares, desde vítores hasta un oh de admiración y sorpresa, pero Julia solo se tapó la cara con sus manos y deseó desaparecer.
    
    Carolina introdujo el lubricado vibrador por el ano de Julia que estaba paralizada de placer y vergüenza.
    
    Carolina, con lentitud, introdujo completamente el vibrador dentro del ano de Julia.
    
    -cielos, preciosa, pensaba que eras una mojigata, pero tus agujeros son insaciables – susurró Carolina al oído de Julia.
    
    Pero el timbre del portero automático sonó interrumpiendo la sesión, Carolina, malhumorada, fue a ver quien es.
    
    Al volver, Julia entre jadeos preguntó quien era.
    
    -un hombre de color de veintitantos que preguntaba si era el prostíbulo de una tal madame Rosa.
    
    -si, s-siempre p-pasa, ¿l-le dijiste q-que se había equivocado? – preguntó Julia entre jadeos.
    
    -le dije que aquí era y le dejé entrar.
    
    Julia dejó de sentir, se quedó pálida como un cadáver, ahora era oficial.
    
    Odiaba a Carolina.
    
    Todas las chicas miraron a Carolina asustadas, pero esta les dijo con una sonrisa.
    
    -¡¿Qué?! ¡es un hermoso ejemplar! ¿podríamos divertirnos con el? ¿verdad chicas?.
    
    Las chicas se miraron, estaban ...
    ... sorprendidas por la acción de Carolina, pero les pareció al final una buena idea.
    
    Julia parecía que le faltaba la respiración, es cierto que el ultimo hombre que confundió el lugar fue un acierto, a veces se veía con el aprovechando que daba clases a su hija, pero fue suerte.
    
    ¿y si ese hombre les hacia daño.
    
    Carolina ordenó a las chicas que solo quedasen en ropa interior, todas lo hicieron salvo Julia, que ya había pasado bastante vergüenza.
    
    -¡venga! Luego se lo contaras a tus nietos con una sonrisa.
    
    Julia no quería, pero Carolina era una fuente de carisma, obedeció con mala gana y de paso se sacó los vibradores que casi le arrancan un orgasmo.
    
    El hombre entró en la casa y al ver a las chicas, pensó que eran Huríes que lo saludaban desde el más allá.
    
    -bienvenido señor – dijeron todas con una sonrisa.
    
    -vaya, sois todas muy hermosas, no se a quien escoger – dijo el hombre de color.
    
    -no hace falta, es el primer cliente de la noche, nuestro cliente especial y por eso todas le atenderemos – dijo Carolina guiñándole un ojo.
    
    -vaya, pero solo vine a hablar, a desahogarme.
    
    Julia suspiró de alivio, pero Carolina no pudo ocultar su decepción.
    
    -¿Qué pasa? ¿no somos lo suficientemente bonitas para el señorito? – dijo Carolina.
    
    -¡no! ¡no! ¡no!, no dije eso, pero he tenido un mal día con el jefe del sitio donde trabajo y me gustaría desahogarme.
    
    Las chicas escuchaban como era siendo explotado por el padre de Julia, esta, oía con vergüenza y pena la ...